Un año después del impulso de la Gran Cruzada Nacional por la Nutrición, los resultados sobrepasan las expectativas y la esperanza de que el país cuente con la primera generación de niños sanos es más cercana y posible. El ejercicio de rendición de cuentas, impulsado ayer por el Gobierno de la República, junto a la iniciativa privada y países y organismos internacionales que apoyan el esfuerzo mostró, además de resultados, la identificación de un país por una causa noble y la desbordante solidaridad que la atención a los infantes provoca entre los guatemaltecos.
“Este es un asunto que va más allá del Gobierno, que supera las capacidades de un Estado”, anotó el presidente Alejandro Giammattei, quien valoró el respaldo que la ofensiva alimentaria ha despertado. “Si queremos un país competitivo, tenemos que apostar por los niños. Si queremos un país con mayor educación y capacitación, tenemos que apostar por la nutrición”, anotó.
Durante la presentación de resultados, entre los que se destacó los 14 mil huertos familiares creados, los expositores coincidieron en resaltar algunas condiciones que han permitido avanzar en la estrategia. De ahí que la unidad, interinstitucionalidad, consciencia, esfuerzo, esperanza y agradecimiento fueron los conceptos que marcaron los discursos.
“Esta lucha contra la desnutrición requiere la participación activa de los tres pilares fundamentales del desarrollo: comunidad, empresarios y Gobierno”, expresó el primer magistrado de la nación, quien abogó por hacer de esta estrategia una “política de Estado, que trascienda gobiernos”.
Más de 2.5 millones de escolares atendidos con el Programa de Alimentación Escolar, 200 mil niños identificados de entre 6 y 24 meses para ser atendidos, 6 mil 945 huertos familiares instalados y 110 mil familias apoyadas con semillas mejoradas, forman parte de los resultados mostrados, a los que prosiguió la reflexión del mandatario.
“El 14 de enero de 2020 (cuando asumió la Presidencia de la República), pregunté: ¿Y si nos unimos?”. A lo que inmediatamente se respondió: “Si nos unimos, lograremos detener el daño irreparable que la desnutrición causa en los niños”. Otra conclusión coincidente que afloró fue la consciencia de que resta mucho por hacer. “El programa no debe quedarse aquí, porque tendrá un impacto importante en el presente y futuro del país”, alentó el Jefe de Estado.