Ignacio López
La coincidencia de varios virus respiratorios con el SARS-CoV-2 podría haber causado una auténtica carnicería en las personas mayores. La buena noticia es que esta temporada la gripe y otros virus respiratorios han desaparecido, tanto en los meses de junio-agosto en el hemisferio sur, como ahora en el hemisferio norte.
No podemos descartar que esto pueda suponer quizá un problema el año que viene (las temporadas en las que la gripe causa mayor mortalidad, suelen estar precedidas de temporadas más benignas), pero este año ha supuesto un verdadero alivio a los sistemas sanitarios.
Es muy probable que el menor período de incubación de la gripe, la existencia de inmunidad previa, la intensa campaña de vacunación de este año, las medidas de confinamiento, disminución de viajes, uso de mascarilla, higiene, distanciamiento social, etc. hayan tenido un mayor efecto en disminuir la transmisión de este virus.
9. Podemos seguir la evolución del virus a tiempo real. El efecto que puedan tener las nuevas variantes genéticas del SARS-CoV-2 en la vacunación y en el transcurso de la pandemia es una incertidumbre. Debido a que los cambios genéticos pueden tener un potencial efecto en cómo se comporte el virus, su análisis y seguimiento es fundamental.
La buena noticia es que hoy tenemos la capacidad de seguir la evolución a tiempo real del virus y la aparición de nuevas variantes genéticas. Hay ya más de 260 mil secuencias del genoma de SARS-CoV-2 disponibles en las bases de datos. Esas secuencias provienen de otros tantos aislamientos obtenidos de muestras humanas, desde febrero del año pasado hasta el momento actual. Todo esto permite hacer filogenias (relaciones de “parentesco” entre las variantes virales), que pueden emplearse para hacer estimaciones temporales, caracterizar cómo se extiende geográficamente el virus, reconstruir la dinámica epidemiológica dentro de una región y analizar cómo se adaptan a lo largo del tiempo.
El análisis de las secuencias del SARS-CoV-2 no tiene precedentes, en la base de datos GISAID. Es la primera vez que se está siguiendo a tiempo real la evolución de un virus pandémico.
10. La pandemia a nivel mundial, decrece. No sabemos cómo se desarrollará la pandemia en los próximos meses. Dada la intensidad que ha tenido hasta ahora, es probable que haya nuevas olas, pero quizá de menor intensidad. No sabemos cómo será una posible cuarta ola, ni el efecto que puedan tener las nuevas variantes genéticas que van apareciendo, pero la buena noticia es que a nivel global la pandemia en este momento decrece.