La decisión del presidente Alejandro Giammattei de instruir a ministros, secretarios y directores de fondos sociales para que se reúnan con gobernadores departamentales y alcaldes, es una oportunidad de oro que tiene el país en la búsqueda de alcanzar el desarrollo democrático y sostenido, algo históricamente anhelado por los liderazgos políticos y económicos.
La convocatoria forma parte de una estrategia clara y prioritaria del Gobierno, liderada por el propio Jefe de Estado, que tomó fuerza en febrero pasado, cuando el mandatario visitó los 22 departamentos del país y se reunió con gobernadores y alcaldes, a fin de acordar las obras y proyectos que encaminen a Guatemala por la ruta de la prosperidad.
Es indudable que el desarrollo es un reto de nación, en el que los gobiernos locales tienen mucho que decir y aportar. De hecho, la gira de trabajo realizada por el gobernante permitió identificar 189 proyectos, los cuales tendrán un impacto socioeconómico importante en las comunidades, puesto que atraerán inversión, generarán puestos de trabajo y, en muchos casos, facilitarán el comercio y las exportaciones.
“La reactivación económica a nivel local es una prioridad del gobierno del presidente Alejandro Giammattei, por lo que, en el próximo mes, los jueves, viernes y sábados de cada semana, alcaldes de los 22 departamentos se reunirán, en el Palacio Nacional de la Cultura, con funcionarios del Ejecutivo, para dar seguimiento a los proyectos planteados con anterioridad”, informó la Presidencia de la República por medio de un comunicado de prensa que divulgó ayer.
El desarrollo democrático y sostenido requiere de estrategias y presupuesto, pero también necesita un liderazgo que genere confianza, que articule los esfuerzos individuales y colectivos. Precisa una conducción que se centre en las comunidades pobres y olvidadas, un mando que haga cumplir el Artículo 2 de la Constitución Política de la República, que llama a garantizar la vida, libertad, justicia, seguridad, paz y desarrollo integral de la persona.
Sin duda, alcanzar la prosperidad es una tarea difícil y compleja, que lleva tiempo y esfuerzo, pero en este momento el país cuenta con dos de las condiciones imprescindibles:
estrategia y liderazgo.