Elder Vega surfea para alcanzar sus metas.
Solos, él y su tabla… El sonido de las olas, el sol que abrasa y la emoción elevada al mil. Elder David Vega Álvarez tiene 17 años, es campeón nacional y ya ha viajado por el mundo haciendo lo que le apasiona: practicar el surf.
Recientemente, el oriundo del Puerto San José ganó las divisiones Junior 18 y Abierta, durante la primera fecha del Ranquin Nacional 2021, prueba que dio paso a esta entrevista en la que habla sobre su historia y anhelos.
Aún no tiene 18 años y es el menor de 4 hermanos (uno de ellos, Mario Roberto, es campeón centroamericano y ha participado en torneos del Istmo y Sudamérica). Es hijo de Maricela Álvarez y Mario Vega, quienes lo han apoyado en esta travesía que le llena el alma. Comenzó a surcar las olas a los 9 años, y el modo competitivo se activó entre los 12 y 13. Para los 14, ya era campeón nacional en Minigrommets y campeón Junior 16. ¡Ahhh!… Y también ha participado en un mundial… en la edición de Japón 2019. “Me dio gusto de ir al Mundial de Japón, gracias a la Asosurf”, explica con ilusión y detalla que también ha competido internacionalmente en Estados Unidos y El Salvador, entre otros países. Actualmente está entrenándose para el Ranquin Nacional y para el próximo 9 de mayo, cuando compita en el Mundial Open en El Salvador. “Espero que nos vaya bien a todos”, comenta.
El surf es algo que le apasiona, “se siente como una motivación…”, como aquella emoción que lo embargó por primera vez cuando era niño, y logró pararse en una tabla al ritmo de las olas. “Todos los días son distintos; si sale una buena ola, tengo que aprovecharla. En mi mente repaso lo que debo hacer, y lo hago.
Si la ola va cerrada, solo hay que completarla y, si va abierta, hay que dar el todo por el todo”, confiesa.
Lo planes de Vega: a corto plazo, ser campeón centroamericano, como su hermano. Y, a largo plazo, tiene ambiciones grandes, como el “estar entre los primeros 10 del Mundial”, que es un certamen “en el que ves y aprendes, absorbes conocimientos, decides qué hacer y qué no”.
Por ahora, Vega entrena cinco días por semana, de 7:00 a 10:00 y de 16:15 a 17:00. Además, dedica tiempo a la carrera de mecánica automotriz que eligió.
Le gusta el futbol, pero se dedicó de lleno al surf, “que me ha alejado mucho de las cosas malas y me ha ayudado a cumplir mis sueños…”.