Recientemente, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) advirtió que Guatemala ocupa el puesto siete entre los 194 países más sensibles a los desastres naturales, posición que se ve influenciada por la cantidad de volcanes que nos caracteriza como nación.
Además, el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) considera que 25 de los 34 volcanes que existen en el país tienen algún grado de peligrosidad, lo que implica que los cuatro millones de personas que viven en sus alrededores “se constituyen en potenciales víctimas, ante una erupción de gran magnitud”.
Para más antecedentes, conviene recordar que el 3 de junio de 2018 una potente erupción del volcán de Fuego provocó una avalancha de gases, ceniza y rocas que arrasaron con una comunidad y dejó más de 200 muertos y cerca de 300 desaparecidos.
Lo anterior hace ver la importancia de lo ocurrido ayer en Antigua Guatemala, cuando se integró una mesa de expertos que se encargará de prevenir y gestionar los riesgos volcánicos, con el fin de evitar revivir lo ocurrido en junio de 2018.
Una de las grandes sentencias de la sabiduría popular alude a la necesidad de prevenir, sobre todo cuando se trata de circunstancias que devienen de hechos advertidos. Si bien es cierto que el país ha tratado de adelantarse a los riesgos naturales y que cuenta con una institucionalidad en materia de prevención, también es correcto afirmar que los esfuerzos encaminados a fortalecer la seguridad ciudadana son necesarios, sobre todo cuando aglutinan a expertos, quienes por sus virtudes y conocimientos son capaces de prever catástrofes.
En la mesa instalada concurren autoridades del gobierno central, departamental y municipal, e involucra a comunidades cercanas a los volcanes más peligrosos del país: Pacaya, Fuego y Santiaguito.
“Buscamos que exista una mesa permanente de riesgo volcánico, y que tanto gobernadores como alcaldes de los municipios en los cuales existe impacto de los volcanes Pacaya, Fuego y Santiaguito trabajemos de manera coordinada, para que al momento en que se presente algún tipo de erupción podamos implementar un plan de evacuación eficiente”, resumió el secretario ejecutivo de la Conred, Óscar Cossío, quien evidencia un sentimiento generalizado de protección y apoyo a las familias que han sido marcadas por catástrofes naturales.