Entre las telenovelas más extravagantes del Hollywood reciente, Justice League (2017) tiene un puesto de honor. Tragedia personal, farsa, comedia involuntaria, ejecutivos desconcertados, fans apasionados… Todo eso aunó esta cinta que ahora llega a su broche final: el extenso y muy esperado nuevo montaje de Zack Snyder.
“Tener la oportunidad de terminarla fue algo que todos sentimos que sería una experiencia de catarsis. Y en verdad así ha sido”, aseguró el director sobre este asombroso y disparatado proyecto que llega mañana a HBO Max y que, al menos, supone una clara mejoría respecto a la cinta firmada por Joss Whedon.
No resulta fácil resumir la retorcida andadura de Justice League. Snyder dirigió esta ambiciosa película que iba a juntar a todos los superhéroes de las películas de DC Comics como hizo Marvel en las cintas sobre Avengers.
Sin embargo, Snyder y su esposa Deborah Snyder, quien es productora en todas sus películas, tuvieron que abandonar el proyecto en su última fase debido al suicidio de su hija Autumn. Whedon (Buffy the Vampire Slayer, 1997-2003) se incorporó entonces como sustituto, pero el resultado fue un absoluto despropósito.
Whedon rodó un montón de escenas nuevas, cambió el tono a un pastiche que no era ni cómico ni épico, la cinta se estrelló en la taquilla y, además, el actor Ray Fisher le acusó de comportamiento abusivo en el set. A partir de ahí comenzó a extenderse entre los fans la idea de que la visión de Snyder para Justice League se había pervertido y exigieron que se estrenara su propio montaje de la película.
La tremenda campaña #ReleaseTheSnyderCut tomó forma en internet, con algunos lamentables episodios de acoso en las redes, y finalmente Snyder confirmó que el sueño de sus seguidores se haría realidad en HBO Max. Zack Snyder’s Justice League, por su título completo, mantiene el elenco original: Ben Affleck, Gal Gadot, Henry Cavill, Jason Momoa, Ezra Miller y Ray Fisher.
Pero a lo largo de sus cuatro horas (la original duraba dos), Snyder se ha dado el capricho de meter nuevos villanos, tramas diferentes y personajes sorprendentes (el Joker de Jared Leto no aparecía en la primera película), todo ello embadurnado de un tono ampuloso, babilónico y repleto de esteroides que enamorará a los fans de 300 (2006) y que espantará a quien busque un mínimo de sutileza.
Supongo que la pregunta que mucha gente se hace es “por qué. ¿Por qué cuatro años después de la “Justice League” original decidió embarcarse en este proyecto?
Sí, el porqué… Porque en realidad nunca hice la otra película, nunca terminé esa película. Era una de esas cosas que siempre tuve… No quiero decir que no saliera de mi cabeza. Pero sí que era ciertamente una sinfonía inacabada que nunca iba a ver la luz.
Creo que tener la oportunidad de terminarla fue algo que todos sentimos que sería una experiencia de catarsis. Y en verdad así ha sido.
Nuevos personajes, nuevas tramas, cuatro horas en lugar de dos… ¿Es un nuevo montaje o una película completamente nueva y diferente?
Es bien conocido que nunca llegué a ver la versión de cines de Justice League así que para mí esto es una película totalmente nueva porque mi cinta nunca se estrenó, en mi opinión. Espero que los fans y también los no iniciados se sienten a ver lo que yo diría que es una gigantesca y desbordante película de superhéroes que lleva esta mitología a otro nivel.
Se ha hablado mucho de cuál era su visión original para Justice League.
Si miras a toda la trilogía puedes empezar examinando el “aspect ratio” (relación proporcional entre el ancho y el alto de una imagen). Man of Steel (2013) era una película anamórfica: la rodamos en formato panorámico. Batman v Superman: Dawn of Justice (2016) fue una combinación de anamórfico e IMAX, una relación entre el rectángulo y el cuadrado. Y ahora esta tercera película es vertical, ya que creo que va de levantarse a lo largo de la trilogía. Es una especie de metáfora visual en la que puedes ver eso.
Así que el gran tema (de Justice League) es encontrar tu lugar, unir esfuerzos, convertirse en una familia y en una comunidad, y también convertirse en un individuo que está seguro y completo. Esos son siempre los problemas. Todos los superhéroes tienen un problema, ya sea su padre, su madre, a dónde pertenecen o no… Francamente, es lo que todos afrontamos en nuestro día a día.
Creo que las metáforas de la película son realmente potentes y que los actores y sus interpretaciones son realmente potentes para preguntarse qué es estar en una comunidad y qué es ser una persona totalmente realizada que está ayudando.
La campaña de los fans para conseguir esta nueva Justice League fue enorme, pero también hubo críticas a ciertos elementos que fueron muy tóxicos. ¿Qué opina de ello?
Deborah Snyder: Creo que la toxicidad en internet no es algo bueno. Que se ataque a la gente personalmente… Creo que las personas deberían responder por sus acciones y creo que en internet a veces hay un anonimato que permite decir ciertas cosas.
Lo que sí sé de esta comunidad de fans es que, incluso aunque tenían muchísimas ganas de que se estrenara esto, al mismo tiempo generaron mucha conciencia sobre la salud mental y la prevención de los suicidios.
De cada dólar (que recaudaron) para esos carteles y esas avionetas que sobrevolaban el estudio de Warner Bros., la mitad de ese dinero iba después a una gran causa. Y la gente hablaba de ello, hablaba de salud mental.
Para mí, eso fue una parte increíble y muy positiva. Esta comunidad de fans salvó de hecho vidas y continúa haciéndolo.
- Agencia EFE