Madrid, EFE.- Marcos Llorente y Luis Suárez valen su peso en oro para el líder de la Liga
Santander, un Atlético de Madrid que gracias a los goles de ambos infló su
colchón a 6 y 8 puntos sobre el Barcelona y el Real Madrid, respectivamente, luego
de remontar a un buen Athletic (2-1), que golpeó primero con un tanto de Íker
Muniain.
No hay dos futbolistas tan determinantes como ellos en el equipo del argentino
Diego Pablo Simeone. El madrileño, con su décimo gol de la temporada, sacando
de nuevo del apuro a su equipo en un momento clave, justo antes del descanso; y
el uruguayo, el gran 9 del que este equipo no había gozado en los últimos
tiempos, que a pase de Llorente provocó un penal, lo marcó y ya suma 18 tantos.
En ellos dos, y como mucho en el belga Yannick Carrasco, se resumió el poder
ofensivo del líder. No en el portugués Joao Félix, titular pero tan
intrascendente como en otros días en el duelo de esta tarde, correspondiente al
aplazado por la nevada provocada por la borrasca Filomena en enero, en el que
el líder se jugaba insuflar aire a su ventaja y lo logró, no sin sufrimiento.
El luso fue el único cambio respecto al domingo y había sido protagonista en la
previa por su falta de influjo en los últimos tiempos -suplente hasta hoy en 6
de los 10 últimos encuentros en los que estuvo disponible- y por la dicotomía
entre su talento y la “voluntad” que su entrenador reclamó en la previa, en
colectivo.
Después de ganar un par de duelos, los leones vieron la luz, empezaron a
disfrutar del balón sacudiéndose la presión local y pudieron levantar la
cabeza. Óscar de Marcos encontró un pasillo para el desmarque de Iñaki
Williams, y el pase atrás de la Pantera
lo tocó Muniain, medio cayéndose y con la pierna de apoyo, lo que resultó en un
chut elevado que Jan Oblak no esperaba y fue el 0-1.
Los arranques del líder ya no eran fruto de su dominio, sino de la necesidad,
pero en la última jugada al borde del descanso, una larguísima acción con
varios intentos, un centro de Lemar por la izquierda desde la línea de fondo lo
conectó Llorente con un cabezazo picado, que golpeó en Unai Núñez, despistando
a Simón y convirtiendo el empate justo al borde del descanso.
El tanto quitaba al Athletic el premio a su gran primera mitad y daba vida al
líder, que recuperó los tres centrales y los carrileros tras el intermedio. Por
uno de esos carriles, el derecho, y en una conexión análoga al gol del derbi
-Trippier para la carrera de Llorente y el pase al espacio para Suárez- el
uruguayo acabó encarando a Núñez al borde del área, que le tocó lo justo para
hacer penalti. El charrúa consumó la remontada desde los once metros.
Marcelino buscó pulmones para ir a por el empate en Dani García, Asier
Villalibre o Unai Vencedor, pero sin la frescura en las ideas de la primera
parte.