El 10 de marzo de 1543 se inició la vida citadina de la tercera estancia de la ciudad de Guatemala.
El 10 de marzo de 1543, las autoridades españolas, reunidas en el lugar que ulteriormente sería el parque central de lo que impropiamente llamamos “La Antigua”, celebraron el primer cabildo de la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala.
“Ejercieron como alcaldes Sancho de Baraona y Santos de Figueroa, y como síndico procurador Alonso Pérez. Como secretario de Cabildos ejerció Diego Hernández”, explica Elizabeth Bell en La Antigua Guatemala: La ciudad y su patrimonio, citada por el Centro Virtual Cervantes.
Con esto se inició la vida citadina de la tercera estancia de la ciudad de Guatemala, que habría de durar 233 años, en el curso de los cuales “llegó a ser la tercera ciudad de importancia en América, después de México y Lima”, indica el Diccionario Municipal.
El traslado de la ciudad a su tercera ubicación, el Valle de Panchoy, fue consecuencia de la catástrofe ocurrida en septiembre de 1541, cuando Santiago, en las faldas del Volcán de Agua, fue arrasada por una correntada.
El 10 de marzo de 1566, Felipe II, Rey de España, confirió el título de “muy noble y muy leal” a la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala. En 1776, la ciudad, abandonada parcialmente, recibió desde entonces el nombre de Antigua Guatemala.
En octubre de 1949, el Congreso de la República la declaró Ciudad Emérita. En 1965, el Instituto Panamericano de Geografía e Historia la declaró Monumento de América. En 1979, el Fondo de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura la reconoció como Patrimonio Mundial y Cultural de la Humanidad.