Durante no menos de seis décadas, Herbert Meneses (1939-2021) brilló en las artes escénicas nacionales, y se convirtió en una figura indiscutible del teatro, pero también del cine. En la interpretación, hallaba la libertad que le permitió moldear personajes que vivirán por siempre en la memoria de sus colegas y del público que desde el sábado lloran su partida.
Con solo 10 años, Meneses tuvo su primer contacto con el radioteatro infantil que Marta Bolaños de Prado encabezaba en la TGW, una experiencia que recordaba con emoción. En su adolescencia llegaría a su vida el grupo de teatro argentino 221, con el que debutó en la obra Cornudo, apaleado y contento, recordaba el actor en 2019, en una entrevista con Diario de Centro América.
Sobre las tablas, Meneses halló un hogar sobre el que construyó distintos papeles, pero también adaptó y dirigió obras como Un tranvía llamado deseo. Fiel creyente de la evolución actoral, el guatemalteco, además, pasó por el cine con papeles en El silencio de Neto, Solo de noche vienes y Donde acaban los caminos, entre otras.
Luego de conocerse el deceso de Meneses, a los 81 años de edad, el gremio teatral guatemalteco se unió en el lamento por haber perdido a uno de sus grandes maestros. A las condolencias se sumaron el Ministerio de Cultura y Deportes, así como el presidente Alejandro Giammattei.