Mujeres deportistas enorgullecen a todo el país.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, se busca reconocer el esfuerzo continuo que hacen las deportistas guatemaltecas para llevar a lo más alto el nombre de nuestro país.
La historia de las féminas en el deporte guatemalteco se comenzó a forjar desde que Graviola Ewing hizo su aparición en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952. Además del atletismo, Ewing se destacó en el baloncesto y, tras su partida a la vida eterna, en marzo de 2020 a los 89 años, dejó un legado imborrable en el deporte nacional.
A pesar de que la brecha de la equidad en el deporte se ha reducido, esta sigue siendo una realidad con la que nuestras atletas deben lidiar todos los días y, a pesar de ello, logran destacadas actuaciones.
De las 12 plazas que hasta el momento tiene aseguradas Guatemala para los Juegos Olímpicos de Tokio, 6 son para damas; esto refleja un 50 por ciento de participación femenina, aunque todavía quedan muchas plazas por ocuparse con miras a las justas mundiales.
Apenas este fin de semana, las atletas de remo Yulissa López y Jenniffer Zúñiga hicieron historia al conseguir por primera vez para el país el boleto en la modalidad de par de remos cortos peso ligero, en la rama femenina, en la Regata Clasificatoria Continental, celebrada en Río de Janeiro, Brasil.
Antes ya habían logrado sus marcas la marchista Mirna Ortiz, la velerista Isabella Maegli y las tiradoras Adriana Ruano y Waleska Soto. Asimismo, recordamos grandes hazañas de las atletas nacionales en las justas olímpicas, como es el caso de Heidi Juárez, quien estuvo a una pelea de subir al podio en Atenas 2004 y pudo convertirse en la primera medallista del país. El taekwondo tuvo otras representantes dignas como Euda Carías y Elizabeth Zamora; ambas con un destacado quinto lugar.
Blanca Morales fue la atleta más joven que participó en unos Juegos Olímpicos. Lo hizo en la natación, en Los Ángeles 1984. Repetiría su actuación en Seúl 1988 y Barcelona 1992. Gisela Morales siguió su legado en las piscinas olímpicas; fue además la primera mujer abanderada de una delegación guatemalteca y volvió para Pekín 2008.
Ana Sofía Gómez brilló en la gimnasia en Londres 2012 y Río 2016, año en el cual portó el lábaro patrio en el desfile inaugural.
En la marcha atlética fue Teresita Collado quien abrió el camino con sus participaciones en Sidney 2000 y Atenas 2004, para que años más tarde aparecieran Mirna Ortiz y Mayra Herrera, quienes han seguido su legado. En total, hasta Río 2016, 32 mujeres guatemaltecas habían participado en los Juegos Olímpicos; para Tokio se sumarán más damas que buscarán alcanzar la gloria.