El actor Herbert Meneses falleció hoy, a los 81 años, luego de sufrir quebrantos de salud durante el último año. Además de su trabajo sobre los escenarios y frente a las cámaras, el guatemalteco desarrolló una destacada carrera como dramaturgo y director de teatro.
Como recordaba en una entrevista con Diario de Centro América, Herbert Meneses comenzó su carrera a muy temprana edad, en el radioteatro infantil de TGW. Sería años después cuando se interesaría en el teatro, que se convirtió en su hogar y lo llevó a actuar en piezas como Cornudo, apaleado y contento, así como a adaptar y dirigir montajes como Un tranvía llamado deseo. “El deleite está en el amor, la libertad y la reciprocidad que se genera con el público”, decía.
Meneses, además, desarrolló una importante carrera en el cine guatemalteco y tuvo papeles en cintas como Solo de noche vienes y Donde acaban los caminos. Su favorita, sin embargo, confesaba a este medio, era El Silencio de Neto (1994), a la que consideraba un parteaguas en la cinematografía nacional.
La muerte de Meneses ha sido lamentada por diversas personalidades e instituciones del arte local. El Ministerio de Cultura y Deportes hizo lo propio y lo describió como un actor “icónico” que acumuló no menos de 50 años de carrera.
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