Israel Gómez Córdova Biblioteca INAP [email protected]
La modernización del Estado no es cambiar los fines del gobierno. La tarea urgente es cuestionar y cambiar la forma tradicional y burocrática con que funciona el gobierno. El problema es instrumental, se trata de afinar los medios, mejorar la operación de las instituciones públicas y erradicar la burocracia.
Sin embargo, no se puede automáticamente reducir las técnicas del management al sector público, ya que la gerencia de servicios públicos es distinta y separada de muchas de las prácticas del sector privado, porque es un conjunto de factores que son únicos de las organizaciones públicas.
Los procesos de modernización del Estado tienen la enorme responsabilidad de crear y aplicar un nuevo paradigma, donde destaquen las siguientes importantes tareas: gerenciar organizaciones públicas, que formen parte de un Estado estratégico, mejorar sustancialmente la calidad de los servicios públicos, avanzar en el ámbito del desarrollo humano sostenible y cooperar en los procesos de profundización de los mecanismos democráticos, de manera tal de asegurar que la acción del Estado, a la vez que tenga más transparencia, sea sujeta a un mayor control social.
Modernizar el Estado y sus administraciones públicas implica, además de los cambios políticos y las transformaciones económicas, un profundo cambio en el sistema de valores de la sociedad y del Estado, como reflejo de ella. Es decir, se debe crear una nueva cultura estatal y forjar nuevos valores en torno a lo que debe ser el Estado.
El sistema organizacional del Estado, es decir, las instituciones públicas que brindan servicios públicos, tienen limitaciones inherentes al marco legal y a la estructura y cultura burocrática que las sustenta. Independientemente de la concepción ideológica del Estado y de su papel y funciones, pero si persiste la misma actitud, los mismos valores y la misma estructura organizacional, será muy difícil modernizar al Estado.