El Barcelona, que ayer podía ponerse a 6 puntos de líder, el Atlético de Madrid, se dejó empatar en el último instante por el Cádiz en el Camp Nou (1-1), con un gol de penal de Álex Fernández en el minuto 89, y regaló un pedacito más de la Liga.
Koeman buscó la redención de los jugadores que cayeron goleados por el Paris Saint Germain y repitió el mismo once que provocó que el Barsa esté prácticamente eliminado de la Liga de Campeones. Y el equipo mejoró sus prestaciones porque, lógicamente, el Cádiz no es el PSG ni tiene a ningún Mbappé en su filas.
Tampoco era un día fácil para los azulgranas. Y las condiciones, como el fuerte viento racheado que arreciaba en la capital catalana, permitían excesivos alardes futbolísticos.
La única ocasión visitante llegó justo después del tanto de penal de Messi en el minuto 32, el único que subió al marcador en el primer acto. Porque, antes del descanso, el árbitro anuló otros dos por fuera de juego a De Jong y Pedri.
Pero aún faltaba el regalo de cada partido del conjunto catalán. Esta vez, fue un inocente penal de Lenglet sobre Sobrino al intentar despejar un balón dentro del área. Álex Fernández engañó a Ter Stegen, y el Barcelona, que encadenaba siete victorias en la Liga, culminaba una semana para olvidar. • Barcelona, EFE
