Los últimos días han estado marcados por una serie de noticias que generaron esperanza en un país que fue castigado por la pandemia y las tormentas tropicales. El anuncio del próximo ingreso de 800 mil dosis contra el Covid-19, así como la reducción de contagios, el plan de vacunación y el impulso de una estrategia gubernamental que promoverá la recuperación social y económica son algunas noticias que alientan el espíritu y la moral.
El 2020 fue un año difícil, para los guatemaltecos y para el mundo. Fue un tiempo que trajo luto, dolor y carencias, que puso a prueba la fe de nuestros connacionales. Sin embargo, aún en el peor de los momentos, este pueblo nunca dejó de creer, de confiar, de pensar que tras la noche más oscura la claridad siempre se impone.
Por ello anima conocer los planes de trabajo que el Organismo Ejecutivo contempla para 2021, proyectos pensados y creados para atender a la población más vulnerable. En el caso de las familias damnificadas por las tormentas Eta e Iota, el Gobierno definió la creación de dos programas, con los cuales entregará viviendas y asistencia monetaria.
Con esta ayuda se beneficiará de manera directa a los connacionales, aunque también contempla el impulso de infraestructura estratégica, con la que se avanzará en la reconstrucción y reactivación social y económica. “Este Gobierno no se detiene, porque Guatemala no se detiene”, ha expresado el Jefe de Estado, quien continúa conociendo y aprobando los proyectos que ministerios y secretarías tienen previstos para este año.
“Tenemos 50 nuevas obras en temas de infraestructura y dos programas de asistencia social que beneficiarán a los damnificados por Eta e Iota. Estamos trabajando por la reconstrucción y reactivación del país”, informó, tras reunirse con los ministros de Comunicaciones y Desarrollo Social.
Algunos daños y pérdidas causados por la pandemia y las tormentas son irreparables, mientras que otros tomará tiempo reemplazarlos. Por eso conviene continuar, seguir, no detenerse. Es preciso unirnos, abrazarnos y, juntos, salir adelante. Hoy, el país tiene razones para el optimismo, para confiar y sentir que, aunque con el pesar que nos dejó el 2020, la suerte cambiará y volveremos a ser felices.