Fernando J. Sosa Hurtarte Director Comisión Economía NaranjaAgexport [email protected]
Está claro que nadie estaba preparado para la pandemia, los sistemas de salud colisionaron, el capital de muchas empresas se desvaneció y los ciudadanos vivimos la incertidumbre de la economía. El 2021 será diferente, es el año en que debemos aprovechar el tiempo y aplicar los aprendizajes que la pandemia nos impuso. Es momento de darle prioridad a la tecnología.
Este año, el país requiere de líderes diferentes y visionarios, preparados para enfrentar los desafíos y riesgos que se aproximan, líderes proactivos e impacientes por generar progreso. No todo en la pandemia fue negativo, esta nos forzó a replantear las prácticas que habían dado resultado a lo largo de muchos años, pero que hoy muchas de ellas quedaron obsoletas. Este es el momento para realizar el cambio y abrirnos a los nuevos avances tecnológicos, a los nuevos modelos de negocios y a las nuevas formas de generar progreso.
Un gran ejemplo fue la industria de la economía naranja, industria que se establece como referente en el medio y que su aporte se estrecha a lo largo de toda la cadena de valor. La economía naranja impactó positivamente al país, ya que dicha industria tuvo un aporte considerable en el desarrollo de soluciones tecnológicas, cuya adopción se aceleró a raíz de la pandemia. Uno de los cambios positivos y de gran impacto fue el avance en la tecnología de la realidad virtual y la realidad aumentada, tecnologías que hoy en día nos pueden ayudar a capacitar, entrenar y dar inducción a los equipos de trabajo en forma remota. Estas tecnologías vinieron para quedarse, han demostrado ser efectivas en reuniones que requieren colaboración entre miembros de una misma organización, fomentan el trabajo en equipo y lo hacen cumpliendo con los protocolos de salud. La tecnología permite que varias personas se capaciten simultáneamente, ya que pueden optar por un entrenamiento simulado desde sus lentes de realidad virtual. Otro punto importante es que la realidad virtual nos permite entrenar a colaboradores sin restricciones de horario, es decir, el horario se ajusta al colaborador ya que él se conecta en línea al simulador en el horario más conveniente, lo cual hace que los entrenamientos sean más efectivos. El costo para las empresas disminuye considerablemente, ya que no es necesario tener un capacitador presente en el lugar. Asimismo quienes se capacitan a través de este tipo de tecnologías no dependen de un instructor personal, ya que el contenido se imparte desde los lentes de realidad virtual. Los simuladores mantienen a la empresa informada sobre los avances en el aprendizaje de su personal de trabajo, ya que pueden llegar a medir la frecuencia de uso, el tiempo que le tomó al colaborador completar el entrenamiento y el porcentaje del nuevo aprendizaje que la persona adquirió, entre otros beneficios.
Debemos recordar que todo progreso requiere de cambios, pero no todo cambio es progreso. Por lo mismo, es importante intentar una y otra vez. No tenemos tiempo que perder, avancemos y prioricemos en la tecnología.