La presencia latinoamericana en la 35 edición de los premios
Goya se centrará en la categoría de Mejor Película Iberoamericana, una rama en
la que destaca La Llorona, del
guatemalteco Jayro Bustamante.
El filme de Jayro Bustamante competirá contra Ya no estoy aquí, de Fernando Frías
(México); El agente topo, de Maite
Alberdi (Chile); El olvido que seremos,
de Fernando Trueba (Colombia).
También hay acento latinoamericano en las categorías de interpretación femenina. Colombiano en el de Mejor Actriz de Reparto, en el que está nominada Juana Acosta, por su trabajo en El inconveniente, y argentino en el de Mejor Actriz Revelación, con Griselda Siciliani, por Sentimental.
El realizador Mariano Barroso, presidente de la
Academia de Cine, explicó que la gala de los Goya se celebrará,
como estaba previsto y “si nada lo impide”, 6 de marzo en Málaga (sur de
España). La ceremonia también tendrá conexiones con Valencia, pero se hará “de
forma contenida y responsable”, por lo que solo asistirán los nominados y las
personas que entreguen los premios y que participen en la ceremonia.
No habrá fiestas y se harán pruebas diagnósticas
previas a los asistentes a una gala que será presentada por Antonio Banderas y
María Casado desde el Teatro Soho, de Málaga, en unos Goya que serán “distintos
y responsables”.
De
los 16 títulos latinoamericanos candidatos a ser
nominados a Mejor Película Iberoamericana, los seleccionados fueron cuatro que
demuestran la variedad y calidad de la cosecha de este año, pese a las
dificultades.
Con un aire de documental y una historia que
comienza en clave de comedia para pasar luego a una certera crítica social
compite Maite Alberdi con El agente topo,
una película que demuestra lo bien que se mueve la realizadora chilena en este
estilo. La cineasta ya fue por el
Goya en 2011 con La Once y, de
hacerse con el premio, sería el quinto para Chile.
Nada que ver con El olvido que seremos, la adaptación que hizo el español Fernando
Trueba de la novela autobiográfica en la que el colombiano Héctor Abad
Faciolince cuenta la vida de su padre, Héctor Abad Gómez, asesinado tras
recibir amenazas de grupos paramilitares. Es una producción totalmente colombiana, aunque
protagonizada por el español Javier Cámara.
Ya no estoy aquí,
de Fernando Frías, se desarrolla en Monterrey, está ambientada en la guerra
contra el narcotráfico a finales de la primera década del siglo XXI y el
protagonista es Ulises, un joven amante de la cumbia. Una película que fue la
gran triunfadora de los últimos Premios Ariel, con 10 galardones, incluido el
de Mejor Filme.
Por su parte, La Llorona (Guatemala) es una relectura de la vieja leyenda de La llorona, un personaje atrapado entre el cielo y el infierno. Es la historia de un rencor y de una venganza en un filme que se presentó en el Festival de Venecia de 2019.
La cinta que se lleve este año el Goya en la categoría iberoamericana sustituirá en el palmarés a la argentina La odisea de los giles, de Sebastián Borenzstein, que lo ganó en la última edición.
- Agencia EFE