El artista presenta el libro Mañana muerta de domingo, en el marco de la Virtual Independiente Libresca.
El artista visual Álvaro Sánchez se sentó frente a sus cuadros, tomó libreta y lápices, y empezó a escucharlos. Entonces, les prestó las palabras para que por medio de ellas pudieran contar las historias que guardan en cada trazo, cada mancha y cada color. Las transcripciones de esas sesiones las depositó en su primer libro, Mañana muerta de domingo. Publicado por Editorial X, el título será presentado en el marco de la feria Virtual Independiente Libresca, el domingo a las 14:00, por el Facebook @vil2020.
Lenguaje compartido
Como “una narrativa breve, que explora el mundo onírico desde lo más oscuro de sus espacios”, describe Álvaro Sánchez a Mañana muerta de domingo. Su primer libro de microrrelatos está dividido en cuatro partes, las cuales transitan por momentos que suceden en la tierra, un limbo de situaciones que el autor desconoce si son reales o no, las historias de sueños que pasean en un plano desconocido y lo etéreo.
Sánchez tenía nueve años de edad cuando su padre lo motivó a escribir un cuento. En lo que, sin duda, fue la primera chispa literaria que se asomaba en su interior, el niño plasmó la historia de un circo donde todo salía mal. Desde entonces, el ejercicio de usar las palabras para reconocerse y traducir lo que en su mente habita ha estado siempre presente en su vida, al mismo grado que la pintura y el collage.
Fue en 2007, cuando se enamoró de los relatos cortos de escritores sudamericanos, que Sánchez comenzó a experimentar tímidamente con ese formato. Casi al mismo tiempo, la plástica tomó más y más protagonismo en su vida, con esas imágenes que se encontraba, ya fuera en un café o en los rincones de su imaginación. Precisamente, recuerda, mientras trabajaba en una colección de piezas surrealistas, entre 2010 y 2012, sus ganas de escribir se volvieron a encender.
El ejercicio de escribir empezó con dos columnas musicales en medios nacionales, Los placeres desconocidos (Siglo.21, 2014-2016) y Radio de Medianoche (Diario de Centro América, 2017 a la actualidad), hasta que finalmente tomó una determinación. “En 2018 me senté con mis cuadros y les dije que sabía que tenían mucho que contar. Quería hacerlos hablar, ya no solo con imágenes sino también con palabras. Volvimos a dialogar y ellos fueron los que dictaron la tónica de este libro”, comenta el artista.
Validación internacional
Presente en el título está Devolución, el microrrelato con el que Sánchez ganó el Concurso Internacional de Cuento Corto, del Festival de Escritores y Literatura en San Miguel de Allende (México), a comienzos de año. Explica el autor que, mientras terminaba su libro, pensó que ese cuento le daría el cierre que quería: “Dice, tanto en palabras como en la imagen que construye, ‘Aquí ya no hay nada más’. Lo pensé desde una escena más cinematográfica y, para mi sorpresa, así fue recibido por el certamen”.
Tanto su participación en ese festival como la inclusión de otro de sus textos en la antología del VI Concurso Internacional de Microterrores, en España, le dieron a Sánchez la validación y motivación para seguir adelante con el título. “Sin duda, son clave para su desarrollo”, apunta acerca del libro que ahora publica la Editorial X.
La pintura y la literatura le permiten a Sánchez trasladar al arte lo que en su mente habita. De hecho, desde la primera vez que pensó en hacer un libro, ya tenía visualizada que la portada sería, precisamente, su obra Mañana muerta de domingo. “Siempre pensé que sería ese cuadro, pero luego me puse a revisar otros y quise tomar algunos elementos distintos para darle un toque diferente y más apegado a lo que hago actualmente respecto a la paleta de colores”, puntualiza.