Me he preguntado cuántos proyectos de años atrás he dejado en una larga pausa, debido a un sinfín de causas. No sé si todos valdrán la pena, como para retomarlos de una u otra forma, o si será mejor que se queden guardados en el archivo, al que debería titular “Asuntos pendientes que nunca llegarán a ver la luz”. Quién sabe. Afortunadamente, existen cosas más importantes que mis pendientes, y que luego de muchos años encuentran el momento perfecto para salir.
Luego de 21 años, la banda estadounidense de thrash y avant-garde metal Mr. Bungle, liderada por el genio musical Mike Patton, finalmente saca un nuevo material titulado The Raging Wrath of the Easter Bunny Demo. Este disco es una regrabación de undemo de thrash metal de la agrupación en sus días de escuela secundaria, en 1986, junto a canciones escritas entonces, pero jamás grabadas. Algo que agradecí mucho de este álbum es que también incluye versiones de clásicos de los grupos S.O.D. (Stormtroopers of Death) y Corrosion of Conformity.
En esta reencarnación de Mr. Bungle, aparecen los integrantes originales Mike Patton, Trey Spruance y Trevor Dunn. A ellos se unen, y demos gracias a los cielos por eso, Scott Ian, de Anthrax, y Dave Lombardo, de Slayer/Dead Cross. No dudo que con la salida de este nuevo álbum al mercado, muchos de los amantes del buen old school thrash metal (aquí me incluyo también) hayamos saltado de alegría. Para mí, esto es una superbanda de rock stars que retoman sus raíces musicales.
Particularmente soy fan del talento musical de Mike Patton desde, claro está, Faith No More; pasando por proyectos más alternativos como Fantômas, Tomahawk, Peeping Tom, Dead Cross y diversas colaboraciones con una serie de músicos igual de geniales. Ha llegado al nivel de que si leo sobre un proyecto en el que Patton está involucrado, es garantía de que voy a escuchar algo increíble. Créanme, jamás he fallado en ese vaticinio.
Puedo asegurarles que con este material tuve un flashback a la música que empecé a escuchar a finales de la década de 1980, y que hoy sigo disfrutando como ese día. También sigo sin poder explicarle a las personas por qué nunca me ha dejado de gustar el metal, en especial el thrash metal, que siempre ha sido mi favorito. Pienso que jamás lo voy a lograr. Me resulta imposible describir esa patada de energía que esto me provoca, y que a la vez quisiera compartir con más personas.
Pienso que esta clase de música siempre será para los outsiders. Y eso está muy bien para mí, porque creo que ahí radica lo hermoso de esto. No es para todos, eso está claro. Mi sugerencia es que si tienen curiosidad por saber a qué suena esto, abrochen sus cinturones. Será un viaje sin frenos y a toda velocidad por una visión oscura, sarcástica y de un humor bastante negro sobre de la sociedad; acompañados de los aullidos de Mike Patton. Yo solo puedo desearles un poco de buena suerte. Los veré al final del camino, si es que logran llegar.
Para escuchar: todo el disco.