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uenos días, amigas lindas. Hoy amanece gris para Guatemala y quería tomarme el tiempo de decir, antes que nada, que la relación más tóxica, desesperanzadora y mala que he tenido, la he tenido con mi país.
Habiendo hecho esa aclaración, vámonos al tema de la quincena: las relaciones tóxicas. Todos nos hemos quedado, por miedo a que no nos amen en otra parte; todos hemos temido actuar, por la reacción de alguien; todos nos hemos escondido y puesto máscaras, por miedo a que no nos acepten tal y como somos.
Lo tóxico se siente en la piel: te eriza, te hace sentir impotencia, temblor. Tenemos reacciones de todo tipo: llanto, rash, cara triste, desesperación, ansiedad. Por eso tenemos que liberarnos de todas esas personas que nos intoxican, porque la enfermedad puede volverse
insoportable. Hice unas encuestas, veamos qué dice el público:
¿Han tenido una relación tóxica?
988 personas votaron que sí.
201 votaron que no pero, ¿será que no? (mentiras, yo les creo).
Si se preguntan donde estoy, les digo: yo he tenido como mil relaciones tóxicas. Soy adicta y muy fanática de las causas perdidas, entonces, he pasado por novios, amigas y, bueno, familiares tóxicos. Incluso he sido la tóxica, hay que aceptarlo, ¿no?
Lo que me lleva a la segunda pregunta de la encuesta:
¿Han sido tóxicos?
471 personas votaron que sí.
700 que no pero, ¿no lo han sido?
Es difícil saber si hemos sido o no tóxicos pero, bueno, para que se hagan el test:
¿Se han puesto celosos sin razón?
¿Han provocado peleas?
¿Han herido a alguien con algo que te contaron en confidencia?
¿Han revelado un secreto?
¿Dijeron algo a las espaldas, porque no se atrevieron a decirlo en la cara?
¿Han quemado el rancho?
¿Han visto el celular de su pareja?
¿Han pedido contraseñas?
A ver, ¿cómo les fue? Gracias a esta pregunta, abrí una caja que decía “¿Por qué creen que son tóxicos?”.
“Soy muy celosa, por insegura”.
No menos de 100 personas me respondieron esto. Amigas, no tenemos que ser inseguras, si no nos dan motivos, claro. Y si nos los dan, no tenemos por qué quedarnos…
Y bueno, por último, pregunté: “¿Cómo se dieron cuenta de que estaban en una relación tóxica?”. Las respuestas favoritas:
“No era yo, cuando estaba con esa persona”.
Otra vez, por lo menos 100 personas contestaron esto. Fingir ser alguien más para sostener una relación, nunca es sano. Si no nos aman por lo que somos, no nos aman.
“Porque lloraba más de lo que reía”.
Amigas, hagamos un test: ¿lloran más de lo que ríen en su relación? Si sí, tengan cuidado. Reír con alguien es lo mejor que puede pasarte, llorar por alguien todo el tiempo, lo peor.
… En conclusión
Me gocé esta columna, tan pertinente para la situación actual. Espero que todos logremos cortar lazos con la toxicidad que nos aprieta la garganta. Pero, bueno, ya saben lo que dice mi abuela: no hay enfermedad que dure 100 años, ni enfermo que la aguante.
Abrazo,
Señorita Cora.