Un total de 38 privadas de libertad se sumaron al programa de reinserción social.
No menos de 38 privadas de libertad, interesadas en buscar su reinserción a la vida productiva de la sociedad guatemalteca, se acogieron voluntariamente al programa Modelo de Gestión Penitenciaria, anunciaron las autoridades de Presidios.
De acuerdo con Loyda Pascual, subdirectora de Rehabilitación Social, del Sistema Penitenciario (SP), fue en octubre de 2020, tras un proceso de selección, cuando se recibió a un nuevo grupo de reclusas provenientes del Centro Preventivo para Mujeres Santa Teresa, quienes con incertidumbre y deseos de superación accedieron a formar parte del proyecto.
“La mayoría se ha adaptado bien, están aprendiendo las reglas, porque este es un centro que se basa en la disciplina, y los 15 días en observación les sirvió para encontrarse ellas mismas, reconocer sus miedos, temores, luchas internas e identificar qué quieren lograr”, añadió Pascual.
Para una de las reclusas, quien se identifica como Lady y lleva tres años de sentencia en prisión, esta es una oportunidad para realizar un cambio para ellas mismas, su familia y sus hijos.
“Me siento muy bien. Es importante la actitud que uno tome ante cualquier cambio que pase en nuestra vida. En el Centro se han encargado de hacernos sentir que, a pesar de nuestros errores, tenemos una oportunidad para seguir aprovechando nuestra vida y ser un ejemplo para la sociedad”, dijo.
Además, comentó que quiere graduarse y estudiar otros cursos para superarse.
En 2017 fue inaugurado el Primer Centro Carcelario de Rehabilitación y Reinserción Fraijanes 1, el cual funciona bajo el Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria, con el objetivo de crear programas y proyectos que coadyuven a la readaptación social de las privadas de libertad.
Desde que se inició dicho modelo, 65 prisioneras han formado parte del programa, y 36 han culminado su proceso de rehabilitación y ahora son libres.