El cantautor argentino Diego Torres, quien en este complejo año animó a muchos de sus seguidores con su clásico Color esperanza de 2001, alentó a sus compañeros de profesión a seguir creando para poder “reconectar el mundo”.
“La música es una compañía y nosotros (los músicos) también. Somos un puente a través de las canciones”, dijo hoy Torres en una entrevista. “Me parece que los músicos tenemos que seguir haciendo música, cantando y escribiendo, además de cuidarnos para que podamos seguir desempeñando nuestro trabajo y poder reconectar este mundo que está suspendido”, agregó.
El ganador de tres Latin Grammy cuenta con no menos de 20 años de trayectoria en los que muchas de sus canciones se han vuelto un símbolo de paz, igualdad y esperanza ante diversas situaciones complejas que impactaron al mundo como la actual crisis sanitaria.
Pasado mañana, Torres ofrecerá un concierto virtual en el que recordará estos grandes temas y discos que marcaron su trayectoria, además de presentar sus nuevas canciones y ofrecer algunas reversiones en un tono más íntimo.
“Estoy preparando con muchas ganas este concierto. Los conciertos en streaming dan la posibilidad de llegar a mucha gente en estos tiempos raros que vivimos sin conciertos y estoy preparando un gran show con nuevas canciones, nuevos arreglos, un momento acústico en el que las canciones quedan en su estado más puro y varios grandes invitados”, detalló el argentino.
En los últimos meses, el cantautor publicó varias canciones y continuó trabajando a pesar de las dificultades que implica el confinamiento, que complicó las condiciones laborales para los músicos al verse cancelados todos los conciertos en vivo y alteró sus ánimos debido a la incertidumbre. “Lógicamente todos tenemos días buenos y malos pero la posibilidad de hacer canciones te permite poner en palabras lo que sientes o piensas. Estamos tratando de vivirlo con paciencia dentro de todo”, concretó.
Himnos a partir de hojas en blanco
En cuanto a la transformación de algunas de sus canciones en himnos de paz, Torres explicó que para él escribir es colocarse ante “una hoja en blanco” y tratar de ordenar las ideas.
Por esto, dijo, nunca se puede saber a dónde llegará la vida de cada nuevo tema pero sí que será compañía para muchas personas. “Las canciones de mi repertorio reflejan cosas que uno vive en la vida, buenas y malas. Realmente no tenía pensado poder generar algo bueno a la gente con una canción, con ese mágico poder, pero si eso sucede es bienvenido y hay que celebrarlo”, contestó.
Uno de los aspectos que, consideró, aportan más valor a su carrera son las colaboraciones con otros artistas, entre los que se encuentran la mexicana Julieta Venegas, el español Joaquín Sabina y el dominicano Juan Luis Guerra.
Para él, compartir la música es algo implícito en este arte y es por eso que su intención es continuar haciéndolo siempre que pueda e incluso sacar temas con otros artistas, como ha sucedido en los últimos meses con Amanece, junto al español Macaco y los colombianos Catalina García (de Monsieur Periné) y Jorge Villamizar (de Bacilos).
“La música siempre me ha parecido compartir y juntarme con otros artistas. Para Amanece pensé en una mujer y hablé con Catalina y con Macaco tenía pendiente hacer algo y pensé que podría encajar perfecto. Así se van dando las colaboraciones, por eso estoy agradecido con quienes convoqué”, detalló.
Canción tras canción y colaboración tras colaboración Torres ha construido una carrera sólida que le cuesta evaluar pero con la que se siente muy tranquilo. “No hay nada más importante que sentirse tranquilo con el camino que hace uno, con los errores, porque con eso uno aprende, y con las decisiones. Siempre aconsejo mirar de dónde uno viene, a dónde va y dónde está. Hacer ese reseteo es bueno y la pandemia más que nunca nos deja claro qué clase de seres humanos somos”, señaló.
Además de Amanece, Torres lleva varios meses publicando nuevas canciones que estarán incluidas en su próximo álbum, que saldrá al mercado en abril de 2021, además de un disco sinfónico grabado en el Arena de Bogotá junto a la Filarmónica Joven de Colombia.
*EFE