A fin de posicionar la importancia de continuar con los servicios esenciales para la atención de mujeres, adolescentes y niñas víctimas y sobrevivientes de violencia, aún en el contexto de la emergencia generada por la Covid-19, la Organización de las Naciones Unidas en Guatemala (ONU) lanzó la campaña Acción Candela.
La iniciativa ofrece una analogía de llevar luz entre el sector femenino y tejer redes de apoyo que acompañan y permiten romper el círculo de la violencia, reconociendo el recorrido y avance de las organizaciones de mujeres.
El proyecto está liderado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), la Organización de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer, (ONU Mujeres) y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC).
Los mensajes están vinculados con los derechos humanos de las mujeres, en especial a una vida libre de violencia, en su diversidad y ciclo de vida, y que pueden actuar ante las múltiples formas de violencias que son víctimas.
También busca reforzar el derecho de las mujeres a contar con servicios esenciales integrales para el resguardo de la vida, la integridad física y mental de las víctimas, la sanción de la violencia contra la mujer, la prevención de la repetición del delito y la restitución de los derechos humanos que han sido vulnerados.
“Estos son los componentes de la respuesta multisectorial, para una atención integral de las mujeres, adolescentes y niñas víctimas y sobrevivientes de violencia orientados a mitigar las consecuencias que tiene la violencia sobre la integridad, el bienestar, la salud y la seguridad de las mujeres, adolescentes y niñas”, dijo Rebeca Arias, coordinadora residente del Sistema de la ONU.
Por otro lado, explicó que estos servicios esenciales contribuyen con el proceso de recuperación y empoderamiento de las mujeres como una medida para prevenir la repetición del delito, ya que incluyen servicios de salud, sociales, policiales, fiscales y judiciales, así como los mecanismos nacionales para la coordinación y gobernanza de la respuesta a la violencia contra la mujer.
“Los servicios esenciales contribuyen a reducir el impacto negativo que tiene la violencia contra la mujer en su propia vida, pero también en la de sus familias y comunidades,” finalizó.