Mbappé define la victoria y los bleus mantienen el pulso con Portugal.
Un gol de Kylian Mbappé a falta de once minutos para la conclusión permitió a Francia mantener su pulso con Portugal por la primera plaza del grupo 3 de la Liga de Naciones, tras imponerse ayer por 1-2 a una Croacia, que volvió a estrellarse, una vez más, con el conjunto francés.
Nunca. Ni en partidos oficiales, ni amistosos ha logrado el equipo croata derrotar a una selección gala, que se ha convertido por derecho propio en la auténtica “bestia negra” de los balcánicos.
Da igual si como ocurrió hace apenas un mes en París los croatas se adueñan del balón o como ocurrió en el estadio Maksimir de Zagreb cedieron la iniciativa para tratar de sorprender al contraataque. El resultado es siempre el mismo, victoria francesa.
Un triunfo que los de Didier Deschamps apenas tardaron en encarrilar ocho minutos, el tiempo que tardó Antoine Griezmann en tocar su primer balón.
El delantero del Barcelona, que parece transformarse cada vez que se viste la camiseta de los bleus, no desaprovechó un balón muerto en el área, tras un centro del madridista Ferland Mendy para firmar el 1-0 con un violento zurdazo directo a la escuadra.
El empate llegó finalmente a los 65 minutos, en una gran acción de Nikola Vlasic, que castigó la pasividad con la que Francia afrontó el segundo período.
Pero la cantidad de recursos de Francia es tal, que bastó con que Didier Deschamps echase mano de su banquillo y diese entrada al terreno de juego a Paul Pogba, para que los galos se hicieran de nuevo los dueños de la situación.
No habían pasado ni tres minutos desde su incorporación al partido cuando Pogba tuvo en sus botas el 1-2 en un remate, que salvó milagrosamente con un pie el portero croata Dominik Livakovic.
Nada pudo hacer, sin embargo, el guardameta balcánico por evitar dos minutos después el gol de Kylian Mbappé, que culminó de primeras una espectacular triangulación entre Pogba, Lucas Digné y el propio Mbappé.