Entidad multilateral entregará Q7.7 millones para financiar la estrategia del Ejecutivo.
Sumando esfuerzos para fortalecer el combate a la desnutrición y robustecer las acciones del Pilar de Desarrollo Social de la Política General del Gobierno (PGG 2020-2024), ayer se presentó el Programa Conjunto que busca financiar la Gran Cruzada Nacional por la Nutrición (GCNN).
La presentación del Programa se llevó a cabo en el marco de la tercera reunión ordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Conasan), encabezada por la Vicepresidencia de la República, en la que participaron instancias de Gobierno, sociedad civil y sector privado, entre otros.
El Programa Conjunto aporta Q7.7 millones (US $1 millón) del Sistema de Naciones Unidas, para enfrentar la desnutrición. El nuevo sistema permitirá conocer el alcance de la Gran Cruzada, enfocado en la niñez menor de cinco años, mujeres y población rural e indígena en pobreza y pobreza extrema.
“Valoramos el aporte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y esperamos que este proyecto fortalezca los esfuerzos nacionales en el combate de la malnutrición en Guatemala”, expresó el vicepresidente Guillermo Castillo. Maritza Méndez de Oliva, titular de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesan), destacó la importancia de establecer mecanismos para ampliar la colaboración en la reducción de la malnutrición.
“En el Programa se incorporan elementos de igualdad de género y derechos humanos, especialmente enfocados en niñas y niños que requieren una atención urgente”, expresó Méndez de Oliva.
Esta es la estrategia que busca atacar el flagelo
La Gran Cruzada Nacional por la Nutrición es la estrategia de la administración del presidente Giammattei, que busca promover la salud y nutrición sostenible de la población.
Su finalidad es reducir la desnutrición entre 5 % y 7 %, mejorar la alimentación de las familias, en especial, las más pobres y marginadas del país.
La cruzada priorizará la nutrición de niños menores de 5 años, preescolares, escolares, mujeres y población rural e indígena. Está enfocada en cinco prioridades de atención: prevenir la desnutrición crónica y anemia; reducir la morbilidad y mortalidad materna e infantil; promover la seguridad alimentaria y nutricional; fortalecer los servicios básicos y prevenir enfermedades infecciosas y crónicas.