El atleta esloveno se convirtió en el ciclista más joven en ganar el Tour, en 116 años.
Tras su rostro aniñado, sus ojos azules y su piel pálida, marcada por el acné que revela su temprana veintena, Tadej Pogacar esconde dos almas: la del insolente guerrero apasionado por el ciclismo ofensivo, que se torna en un reflexivo muchacho tranquilo cuando baja de la bicicleta.
El ganador del Tour de Francia 2020, el más joven en 116 años, sorprende tanto por una faceta como por la otra, extraña en un muchacho que hoy festejará 22 primaveras. De la insolencia ha dejado muestras a lo largo de su corta carrera deportiva, pero también en la ronda gala en la que, casi en solitario, desafió a toda la formación Jumbo, hasta hacer descarrilar a su locomotora en la contrarreloj definitiva en La Planche des Belles Filles.
Pero sus compañeros y directores casi parecen más perplejos por el comportamiento del esloveno al final de cada jornada, ajeno al revuelo que sus incursiones provocaban en el pelotón y en el ciclismo mundial, encerrado en su burbuja de reflexión y silencio.
“No conoce el estrés, da la impresión de que siempre esté disfrutando”, asegura su director, Allan Peiper.
Hasta el presidente de Eslovenia tuvo que aguardar, para felicitarle, tras la gesta que le llevó a conquistar el maillot amarillo. Antes tenía que cumplir con su ritual diario, hablar con su novia, la también ciclista Urska Zigart, 106 de la clasificación femenina.
Perfeccionista
Ese carácter calmado, casi introvertido, esconde también un gusto por la perfección, el estudio y el análisis de cada detalle, una mente reflexiva a servicio de su sed ofensiva.
Así ha ido labrando su conquista del Tour, casi inesperada pero siempre posible, combinación de golpes y caricias para adormecer a la bestia del Jumbo, hasta que asestó el tiro de gracia a su compatriota Primoz Roglic cuando ya no contaban los equipos.
Alejandro Valverde, de Movistar, se mostró contento con el Tour de Francia, valorando el quinto puesto de Enric Mas y el triunfo por equipos de la escuadra telefónica.
“Hay motivos para estar contentos. Por mi parte, que ya tengo una edad, no ha sido el mejor Tour, pero tampoco el peor. Hemos trabajado bien en equipo y es importante el quinto puesto de Enric Mas y el triunfo por escuadras”.