Cuando se habla de “la mente”, a muchos les surge la imagen de un cerebro estático y controlado. En mi caso, solo puedo pensar en algo activo, móvil e incansable, en el que la mente es donde procesos como la memoria, la percepción, la conciencia y la imaginación se toman una taza de té, en ocasiones relajante, en otras alucinógeno.
No soy experto en Psicología, pero varios conocedores del tema explican que la mente utiliza mapas y crea una representación del mundo externo. Una vez que estos mapas se guardan en la memoria, pueden ser revividos por medio del recuerdo imaginativo. En otras palabras, la impresión que tenemos de las cosas puede estar cerca o lejos de la realidad.
¿Por qué hablo de esto? Porque Charlie Kaufman, cineasta que ya nos ha dado algunas ideas de cómo funciona la mente, presentó su nuevo filme.
Kaufman, guionista de las maravillosas Being John Malkovich y Eternal Sunshine of the Spotless Mind, y escritor y director de Synecdoche, New York y Anomalisa, ahora nos presenta I’m Thinking of Ending Things, un filme que ya está en Netflix y que nos introduce en el laberinto que puede resultar la mente.
Según el filme, si alguien entrara hoy en mi mente, puede ser que camine por un corredor y se tropiece con los libros El Diario de Kurt Cobain o Tori Amos: La Biografía, mientras un spaniel tibetano negro mueve la cola. Después ingrese en una habitación y mire en la pared pósters de grupos de heavy metal y un crucifijo que me regaló mi abuela. Que abra el armario y encuentre un traje de maestro Jedi, el guante de beisbol de mi papá y videocassettes de Lost in Translation y Trainspotting. Algunos de estos artículos aún los tengo, unos se quedaron en el camino y otros existen solamente en mis sueños.
Es en este último, en nuestros sueños, donde realizamos viajes imposibles, le hablamos a esa persona que tanto quisimos conocer, bailamos esa canción que adoramos, escribimos el mejor poema de la historia, tomamos la mano de quien queremos amar, perdonamos lo imperdonable y alcanzamos lo inalcanzable. En nuestros sueños podemos ser esa ansiada mejor versión de nosotros.
“Los animales viven el presente. Los humanos no pueden, por eso inventaron la ilusión”, afirma la protagonista del filme, Lucy (o Louisa, o Ames), en esta historia acerca de temas que nos pueden atormentar: conocernos, envejecer, soñar y amar.
Durante un casi interminable viaje en carro y bajo una fuerte nevada, el coprotagonista del filme, Jake, le explica a Lucy: “Todo está teñido, ¿sí? Eso es lo que debes comprender. Impregnado con el estado de humor, las emociones, las experiencias pasadas. No existe una realidad objetiva. ¿Sabes que no hay colores en el universo? Solo en el cerebro. Son solo frecuencias electromagnéticas que el cerebro tiñe”.
Ella le responde: “Sí, lo sé. Los colores son actos de luz. Sus actos y padecimientos”.
Y si hoy pudiera entrar en tu mente, ¿con qué colores me toparía?