El teatro de Ópera de la Scala de Milán vuelve a la actividad mañana con la representación de la Misa de Requiem, de Giuseppe Verdi, dirigida por Riccardo Chailly y que será interpretada en la Catedral de Milán en honor a los fallecidos por el coronavirus.
Dominique Meyer, director de La Scala, ha elegido este Requiem como el punto de partida para la temporada, y la misma representación se repetirá en Bérgamo y Brescia, otras dos ciudades de Lombardía fuertemente golpeadas por la emergencia sanitaria.
El teatro cerró sus puertas hace seis meses a causa de la pandemia, con solo un corto paréntesis de cuatro conciertos en julio tras los cuales aparcó de nuevo su actividad para llevar acabo obras de mantenimiento hasta este mes.
La Scala se adaptará a las medidas de seguridad con un escenario reconstruido para garantizar el distanciamiento entre los 189 artistas, entre 94 músicos, 90 coristas, cuatro solistas y el maestro.
“Todos han pasado un control sanitario; les hemos hecho la prueba de Covid”, explicó Meyer, para quien los ensayos han sido difíciles porque se han hecho con mascarilla.
Pero durante la actuación ya no llevarán mascarilla en el escenario. Según Chailly, la elección del Requiem no es casual ya que “solo se suele incluir en la programación en ocasiones especiales”, como es este recuerdo de las víctimas del coronavirus.
“El Requiem es un pensamiento para todas las familias golpeadas por esta tragedia”, señaló, por su parte, Meyer.
A esta especial representación de gran valor simbólico asistirán el presidente de la República, Sergio Matarella, y el ministro de Bienes Culturales, Dario Franceschini.
“Al principio hablábamos de la epidemia a la ligera, luego hablábamos de cifras y luego de los primeros nombres de las personas que conocíamos. Y la percepción cambia. Toda la región quedó muy herida, queríamos este réquiem como un pensamiento por los muertos y sus familias”, añadió el director de La Scala.
Tras esta actuación en el Duomo de Milán, la orquesta del Teatro de La Scala tocará en la Basílica de Santa María la Mayor de Bñergamo, el 7, y en la Catedral Vieja de Brescia el día 9, aunque con un elenco reducido.
Tras la reapertura con la Misa de Réquiem, de Verdi, seguirá un ambicioso programa los próximos meses con la presencia de algunos de los artistas más importantes en la escena internacional.
*EFE