Por: Dafne Pérez
Gerardo Ixcoy empezó el año cumpliendo su sueño de trabajar como maestro en su pueblo natal: Santa Cruz del Quiché. Pero en marzo, la epidemia del Covid-19 lo impulsó a llevarlo más allá. Cuando el Gobierno estableció el confinamiento para evitar la propagación del virus, miles de estudiantes tuvieron que recurrir a la tecnología para continuar con sus clases.
El Profe Lalito, como se le conoce a Ixcoy, se dio cuenta que 10 de sus alumnos no cumplían con las tareas, debido a que sus padres fueron perdiendo su empleo durante la crisis y ya no tuvieron acceso a Internet.
Para ayudarles, Ixcoy invirtió sus ahorros, unos Q 700, y consiguió un triciclo que convirtió en un salón de clases ambulante con la ayuda de su hermano. Con él, visita a cada uno de sus estudiantes y les da clases de Matemática y Lenguaje y Comunicación durante 2 horas manteniendo el distanciamiento.
Otro sueño de Ixcoy es tener un colegio. Aunque al principio le daba pena salir a dar clases, ahora piensa: “Bien podría ser que este triciclo sea mi
primer colegio”.