La actriz y productora guatemalteca comparte sus experiencias en Escocia, así como sus próximos proyectos.
La actriz y productora Valerie Andrews ha dejado huella de su talento interpretativo en obras como El mercader de Venecia, Otelo, Noche Árabe y Bien de Familia. Con la transformación de la industria debido al Covid-19, la guatemalteca también ha explorado el teatro en línea, como una forma de seguir su pasión. Desde Glasgow, Escocia, la artista revela sus experiencias y proyectos en ¿Qué están haciendo?
¿Qué estabas haciendo antes de responder estas preguntas?
Leía un texto que se llama Nikolai Demidov: Becoming an Actor – Creator. Al mismo tiempo estaba en Duolingo, porque estoy aprendiendo francés.
¿Qué te llevó a Escocia?
Estoy aquí desde septiembre del año pasado. Vine a sacar una Maestría en Texto Clásico y Contemporáneo, en el Conservatorio Real de Escocia.
¿Cómo describirías la experiencia de hacer arte en otro país?
Ha sido un viaje complicado pues, por la falta de oportunidades, a veces resentimos nuestro país. Pero, poco a poco, se han hecho evidentes las partes de mí que muestran lo latino o lo guatemalteco, y son las que más me gustan. Soy la única latina del grupo y, aunque se siente una diferencia cultural muy grande, todos han estado muy abiertos a aprender de mí y de mi cultura.
¿Qué nos puedes contar de tu participación en The Show Must Go Online, un programa virtual en el que se realizan lecturas interpretativas de las obras de Shakespeare?
Tuve la suerte de participar en Much Ado About Nothing y As You Like It, y fue una gran experiencia. Es un grupo de personas extremadamente talentosas que ensayan las obras por tres días y, luego, las lanzan al público en vivo. El equipo de producción es espectacular y el director, Robert Myles, es genial y súper emprendedor. Ha sido uno de los momentos más especiales de la cuarentena.
Además, lanzaste la obra virtual Open Lock- End Strife junto a tu equipo de la maestría…
Aunque al inicio muchos de nosotros nos negábamos a crear algo para una plataforma virtual, acabó siendo uno de mis proyectos favoritos. Decidimos hablar de la muerte y de cómo se experimenta en cada cultura y, poco a poco, se fue tornando en cosas distintas. Fue genial escribir mi propio texto, algo que nunca había hecho. Mi grupo se convirtió en un gran apoyo, porque me hizo sentir acompañada.
¿Qué opinas del teatro en línea?
Es un híbrido extraño. Claramente no es teatro ni cine, y la verdad no creo que se deba tratar de acomodar. Es un nuevo medio que te permite muchas cosas: efectos especiales, sonidos, cambios de cámaras y ángulos. Lo más importante para mí es que niveló mucho las oportunidades, ya que todos estábamos en este barco, y tocaba remar o hundirnos.
¿Cuáles son tus planes para los próximos meses?
No logramos completar la maestría debido a la pandemia, entonces debo regresar en junio de 2021 para cerrar nuestro último trimestre con actuaciones en Glasgow y en Londres. También tengo un cortometraje que produje con mi amigo Roberto Ayala, y que estamos metiendo en festivales. Al regresar a Guatemala me gustaría producir algo, hacer un corto y desarrollar otras ideas que tengo. Lo más importante para mí es volver a la industria y trabajar con mis amigos.