Los 36 equipos de la primera y la segunda Bundesliga aprobó ayer el plan presentado por la cúpula de la Liga Alemana de Futbol (DFL) para hacer posible el retorno del público a los estadios, cuya puesta en práctica depende de la evolución de la pandemia del coronavirus y de las decisiones de los responsables políticos.
En el plan de la DFL se contempla eliminar el contingente de entradas para seguidores de los equipos visitantes, la eliminación de los puestos para ver de pie los partidos y la prohibición de vender alcohol.
Además, las entradas deberían ser personalizadas para hacer posible el rastreo de personas en caso de que se detecten contagios.
“La prioridad en Alemania no es ahora llenar estadios, a sino la situación de salud pública”, dijo el director gerente de la DFL, Christian Seifert. EFE