Con la muerte de Olivia de Havilland, ocurrida el domingo, a los 104 años de edad, Hollywood quedó huérfano de la última superviviente de su Edad de Oro. Ganadora dos Oscar y dos Golden Globe, interpretó personajes variados y complejos, además de ser la responsable de un cambio radical en los grandes estudios y transformar para siempre los contratos abusivos que ataban a muchos actores. Estas son algunas de las películas en las que la actriz imprimió su carácter:
Gone with the Wind (1939). Para participar en este clásico sobre la Guerra de Secesión de EE. UU., Olivia de Havilland luchó para que su estudio, Warner Bros., le permitiera trabajar en esta producción de Metro Golden Mayer junto a Clark Gable, Vivien Leigh y Leslie Howard. Su papel como la dulce y estoica Melanie, le valió su primera nominación al Oscar como actriz secundaria.
The Adventures of Robin Hood (1938). Antes de Gone with the Wind, la cinta que la lanzó al estrellato fue esta producción en Technicolor. Hay muchas versiones sobre el cuento de Robin Hood, pero la de 1938 es considerada una de las clásicas y, además, fue un éxito en taquilla. De Havilland interpretó a Maid Marian, una aristócrata que entiende las verdaderas intenciones del héroe y comienza a ayudarlo, hasta que surge un interés romántico entre ambos.
The Heiress (1949). La década más fructífera de su trayectoria culminó con su interpretación en The Heiress, con la cual obtuvo su segundo Oscar como actriz protagonista, bajo la dirección de William Wyler. Por esta película también recibió el Golden Globe y el Premio de la Crítica de Nueva York. Ambientada en Nueva York, la cinta cuenta la historia de Catherine Sloper, una joven criada en una familia rica, pero distante emocionalmente, que se enamora de un hombre a pesar que su padre sospecha que es un cazador de fortunas y desconfía de sus intenciones.
To Each his Own (1946). El primer Oscar que ganó De Havilland fue con esta película, a la que llegó tras ganar sus batallas judiciales para cambiar los contratos abusivos, de los cuales llegó a decir que se sentía “esclava de Hollywood”, en una lucha que la mantuvo alejada de las cámaras durante varios años. En este melodrama de guerra, la actriz encarnó a Jody Norris, una joven que se ve obligada a dar a su hijo en adopción, luego de que el padre del niño muere durante la I Guerra Mundial.
The Snake Pit (1948). Esta cinta es considerada como una de las primeras representaciones realistas sobre las enfermedades mentales en el cine. Fue uno de los papeles más exigentes para De Havilland, quien dio vida a una mujer internada en un centro psiquiátrico que, además, sufre el acoso por parte de una cuidadora. Las biografías cuentan que la actriz hizo una investigación sobre los tratamientos y las sesiones de terapia, para entender mejor a su personaje.