El Paris Saint-Germain (PSG) regresa este viernes a la competición después de cuatro meses de parón por el coronavirus con la final de la Copa de Francia, en la que aparece como gran favorito frente a un clásico del futbol galo, el Saint-Étienne.
Coronados ya en la Ligue 1, que terminó de forma abrupta por la pandemia en marzo, el equipo de Neymar y Mbappé busca un nuevo triplete nacional con las finales de la Copa de Francia y la Copa de la Liga, que se disputan este y el próximo viernes en el mismo recinto, el Estadio de Francia.
Los parisinos llegan, a priori, con la maquinaria engrasada, como demostraron en su triunfo del pasado martes frente al Celtic Glasgow (4-0) en el que la conexión entre el astro brasileño y el killer francés funcionó a las mil maravillas.
Pero los duelos contra el Saint Étienne y el Lyon la semana que viene servirán sobre todo para poner a los franceses a punto para la fase final de la Liga de Campeones que se disputará en agosto.
Para ganar su décimo tercera Copa de Francia y la quinta en los últimos seis años, el técnico alemán Thomas Tuchel tendrá a su disposición a casi toda su plantilla, con la gran ausencia del lateral español Juan Bernat, convertido en uno de los puntales de la plantilla.
Precisamente Mbappé ha sido noticia estos días al asegurar con firmeza que continuará en París al menos la próxima temporada, pese a que sigue sin prolongar el contrato que le une a su equipo hasta 2022.
Por su lado, el Saint-Étienne busca su séptimo entorchado de campeones de Copa, aunque el último se remonta a 1977.
Servirá como despedida a uno de sus emblemas y gran capitán, Loïc Perrin, tras 17 años con los verdes y uno de los defensas más goleadores del siglo XXI. EFE