La serie de televisión Glee está maldita: sonados han sido los casos de suicidio, drogas, abuso, racismo, posesión de pornografía infantil y hasta violación, que truncaron la vida de algunos de sus protagonistas. El último de los sucesos, la desaparición de la actriz Naya Rivera.
Naya Rivera, intérprete estadounidense de origen puertorriqueño que daba vida a Santana López en Glee, lleva desaparecida desde la tarde del miércoles tras caer al agua en un lago cercano a Los Ángeles, según anunciaron las autoridades estadounidenses.
La Policía de Ventura, un condado al norte de California, busca a la actriz después de recibir una llamada de emergencia horas después de que alquilara una embarcación de recreo junto a su hijo, en el Lago Piru.
La tragedia de Glee comenzó cuando, en 2013, el actor Cory Monteith, uno de los protagonistas, fue encontrado muerto en un hotel de Vancouver debido al abuso de sustancias. Cinco años después, Mark Salling, quien encarnaba a Puckerman, se quitó la vida tras ser el centro de un escabroso asunto en el que lo declararon culpable de pornografía infantil y de violación a su expareja.
El año pasado se destapó el caso de maltrato por parte de Blake Jenner (Ryder Lynn en Glee) a su expareja, también del reparto de la serie, Melissa Benoist (Marley Rose). La penúltima maldición atañe a la actriz Lea Michele (Rachel Berry), acusada de racismo y microagresiones por su compañera de elenco Samantha Ware (Jane Hayward). EFE