En 1965, Marvel Comics se había consolidado como una editorial de historietas exitosa, gracias a títulos como los Fantastic Four y Spider-Man. No conforme con eso, el editor Stan Lee deseaba interactuar con los aficionados de Marvel en un tono afable e informal, compenetrando al equipo editorial y a los jóvenes lectores, convirtiéndolos en cómplices de las historias que se publicaban.
Lee retrabajó las secciones de Cartas al Editor de sus publicaciones, creando así los Marvel Bullpen Bulletins. El bullpen del título es un término deportivo usado en el beisbol, el cual también se empleaba para aludir a espacios de oficinas sin divisiones entre los escritorios, como los que se usaban en las oficinas de editoriales de la época. La nueva sección, ahora de dos páginas, contenía cartas de los lectores, pero además incluía noticias e información de otros títulos publicados, todo siempre presentado en un tono cordial y alegre, el cual se convertiría en el estilo editorial característico de Marvel.
Dos años después hizo su aparición Stan’s Soapbox, el púlpito desde el cual Lee se dirigía mensualmente a sus feligreses, los fieles lectores de Marvel, hablándoles con un tono más sincero y menos mercantilista que en otras partes de la revista. Inicialmente, Lee se limitaba a comentar sobre el avance de sus títulos, ocasionalmente mencionando a sus colaboradores con amistosos apodos, como Fabulous Flo Steinberg y Jovial Joe Orlando. Pero, poco a poco, el editor fue abordando temas más escabrosos, como la guerra de Vietnam y la discriminación racial. Cuando algunos lectores se quejaron del tono moralista de algunas historias, Lee contestó que “una historia sin un mensaje carece de alma”.
En 1972, Lee se retiró de su puesto de editor en jefe y dejó los Bulletins en manos de sus sucesores, aunque siguió escribiendo su columna hasta finales de la década. En 2009 Marvel Comics y The Hero Initiative recopilaron todas las columnas escritas por Lee de 1967 a 1980 en un libro titulado Stan’s Soapbox: The Collection.
Pero no todos fueron fans de los Bulletins, empezando por algunos de los creativos de Marvel. Unos, como Jack Kirby, refunfuñaban en lo privado, aunque le seguían la corriente a Lee; pero otros, como Steve Ditko, estaban furiosamente opuestos a la ficción de una amistosa fraternidad.
Los Bulletins fueron objeto de mofa en 1963, en una miniserie escrita por Alan Moore, que satirizó muchos de los clichés de la Era de Plata de los Cómics. En un segmento titulado el Sixty-Three Sweatshop, Moore escribe jovialmente como Affable Al, un editor tiránico que vive tomando crédito por las creaciones de otros y promocionando todo tipo de mercadería a sus lectores.