sábado , 23 noviembre 2024
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Almost Famous y sus 20 velas

De adolescente vestía playeras negras con estampas de grupos de rock, escribía los nombres de grupos en los escritorios del colegio y pasaba noches enteras escuchando casetes de mis bandas favoritas.

Tenía 12 años cuando le entré de lleno al rock, por medio de cintas de Alux Nahual, AC/DC, Guns N’ Roses, Bon Jovi y KISS. Con ellos se abrió una puerta por la que ingresé en ese mundo tan intenso, como sentimental. 

Recuerdo exactamente la primera vez que escuché una canción de Megadeth; que tuve en mis manos el LP Hysteria, de Def Leppard; o que vi el video de One, de Metallica, entre otras experiencias inolvidables. Desde esa entonces, muchos de mis momentos favoritos en mi vida están inevitablemente acompañados de música rock.

Y ese es el gran encanto de Almost Famous, filme del cineasta estadounidense Cameron Crowe, en el cual se capturan esos momentos que, de una u otra forma, viví, al igual que el protagonista, William.

Los minutos que tarda el colocar un disco en una tornamesa y dejar que los sonidos te lleven a lugares tanto nuevos como inexplicables, o escuchar la música en vivo junto a la persona que te gusta. La vida se trata de momentos. Unos te extraen sonrisas; otros, lo contrario.

Y aunque nunca he cantado en coro y dentro de un bus Tiny Dancer, de Elton John, recuerdo que en una fiesta tomé una bebida extraña que me hizo gritar “Soy el dios dorado”. El lugar carecía de piscina, así que no hubo mucho peligro.

También me vinculé mucho con William en su faceta de escritor de rock. Cuando vi el filme, en el 2000, soñaba con ser escritor de una revista como Rolling Stone, Spin o Rock Deluxe, y reseñar discos o entrevistar músicos. Años después, otros medios me prestaron sus páginas para publicar y compartir mis experiencias e interpretaciones musicales. Es más bonito de lo que se lee, créanme.

Además, los personajes en Almost Famous son un deleite, como la mamá de William sacando la cabeza del carro y pidiéndole “no tomes drogas”, el crítico de música Lester Bangs explicando que los escritores de música no son cool; y el cantante de Stillwater gritando a sus compañeros que lo olvidan en una gasolinera: “Solo soy el maldito vocalista”.

Y, por supuesto, es imposible no recordar que todos tuvimos a una Penny Lane durante nuestra juventud. ¿Qué será de ellas?

Este año, la película cumple dos décadas de haberse estrenado. Para celebrarlo, se publicará desde el miércoles un podcast en cinco partes con casi todos los actores, el director y los productores del filme. Si te interesa escucharlo, puedes entrar aquí: bit.ly/alfampod 

Feliz cumpleaños, Almost Famous. A celebrar entonces. ¡Que viva el rock! Y como dice Penny Lane, y yo se lo creí todo el tiempo: “It’s all happening (todo está sucediendo)”.

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