Houston, EFE.- Los Astros de Houston empiezan su camino en los entrenamientos de
primavera, que serán en su campo del Minute Maid Park, llevando sobre los
hombros la sombra del robo de señales que protagonizaron durante la temporada
del 2017 cuando ganaron la Serie Mundial.
La novena tejana empezará este viernes sus entrenamientos de primavera y
tendrán 3 semanas para prepararse de cara al inicio de una temporada recortada
de 60 partidos, a partir del 23 o 24 de julio.
Pero una de las grandes incógnitas es si su protagonista, el veterano abridor
Justin Verlander tendrá su mejor condición física cuando dé comienzo la temporada
regular.
El aplazamiento del campeonato fue un lado positivo para el ganador del Premio
Cy Young 2019 de la Liga Americana.
Verlander se sometió a una cirugía en la ingle el 17 de marzo y se esperaba que
perdiera hasta 8 semanas en la temporada, aunque ahora se espera que esté listo
cuando comiencen las acciones dentro de 3 semanas.
Cuando Verlander llegó al campamento en febrero y comenzó a lanzar desde el
montículo, sintió molestias en la ingle derecha que cada día le fueron a más.
La cirugía se discutió en ese momento, pero Verlander intentó resolverla cuando
comenzaron los partidos de la pretemporada.
Verlander terminó con el músculo tenso porque estaba cambiando su mecánica para
compensar su lesión en la ingle.
Mientras se rehabilitaba volvió a sentir dolores y volvió a hablar con el
personal de capacitación y a buscar una segunda opinión, lo que significaba una
visita a Filadelfia para ver al doctor William Meyers, quien realizó la cirugía
de la ingle.
El año pasado, Verlander tuvo marca de 21-6 con efectividad de 2.58 y 300
ponches en su carrera en 223 entradas, mientras lideraba las mayores en
promedio de bateo de los oponentes (.172) y WHIP (0.80).
Mientras que un elemento clave podría ser el nuevo piloto de los Astros, el
veterano Dusty Baker. Su llegada al equipo se dio después del despido abrupto
del manejador A.J. Hinch en enero, a raíz del escándalo de robo de señales a
los receptores rivales.
Baker, el único manejador negro que hay en la Liga Americana, ha llegado a los
Astros con su experiencia y con el objetivo de guiar al equipo de Houston a
superar el momento más delicado de su historia.
Cuando el veterano manejador estaba conociendo a sus jugadores llegó la
pandemia de coronavirus que obligó a cerrar el campamento de entrenamiento del
equipo a mediados de marzo y Baker regresó a California, donde reside.
Ahora que ha vuelto al trabajo, Baker se las arreglará en un paisaje que el beisbol
no había visto antes, y Baker, de 71 años, se encuentra en un grupo vulnerable
al coronavirus, lo que agrega otro nivel de preocupación a su regreso.
Mientras que el regreso del lanzador Lance McCullers, luego de casi dos años
desde que comenzó un juego de temporada regular, se vuelve otra incógnita
dentro del equipo.
La última salida de McCullers fue el 4 de agosto de 2018 contra los Dodgers de
Los Ángeles, en el Dodger Stadium, donde se lesionó el codo en el mismo sitio
donde había comenzado el séptimo juego de la Serie Mundial 10 meses antes.
McCullers llegó al campamento sano y listo para unirse a la rotación, e hizo
tres aperturas de la Liga de la Toronja antes de que se cerrara el campamento
de primavera.
Por su parte, el relevista mexicano José Urquidy, un novato que irrumpió en la
escena el año pasado, fue considerado el abridor número 4, con Austin Pruitt,
Josh James y el dominicano Framber Valdez en una batalla por el quinto lugar.
A medida que avanzaba el campamento de entrenamientos, el novato dominicano
Bryan Abreu, de 23 años, surgió como un candidato legítimo para el quinto
puesto, aunque James parecía ser el favorito con un campamento fuerte.
Una lesión que preocupa el equipo es la del cubano Yordan Álvarez, lastimado de
la rodilla izquierda. El Novato del Año de la Liga Americana de 2019, jugó solo
en 5 partidos de la Liga de la Toronja y tuvo 12 turnos al bate debido al
problema que arrastra desde la temporada pasada.