La empresa Cirque du Soleil volverá dentro “de un año o año y medio” a estar otra vez operativa en todo el mundo, aseguró hoy su presidente, Daniel Lamarre, porque hay un “sólido compromiso” de los accionistas en procurar su continuidad a pesar de las dificultades financieras.
“La idea es redimensionar la compañía, de acuerdo con nuestros accionistas, y reabrir todos los espectáculos gradualmente en un año o año y medio después de que el virus sea definitivamente controlado, porque aún no lo está”, precisó en conversación telefónica desde Canadá Lamarre.
La compañía circense con base en Canadá anunció el lunes en un comunicado que pidió a las autoridades del país el procedimiento de “protección” ante sus acreedores y una hipotética “bancarrota”, que impida su quiebra.
Además, comunicaron que el despido temporal de sus trabajadores, no menos de 3 mil 800 en todo el mundo, pasaba a ser definitivo, ya que aún no pueden reanudar los espectáculos debido a la crisis provocada por el coronavirus.
“El plan es normalizar esto y recuperar a nuestros artistas. Volveremos”, aseguró el presidente y consejero delegado de la compañía, que recuerda que “otra cosa diferente” son los espectáculos de larga duración como el que tienen en China desde hace un año o el que tendrán en México, de nuevo, a partir del 3 de julio.
En Estados Unidos, en Las Vegas y Orlando, la idea es volver “muy pronto”, tras un par de semanas de ensayos y entrenamiento, porque en esas localidades viven la mayoría de los artistas y del equipo técnico que actúa en aquellos espectáculos.
“Nuestros artistas son de más de cincuenta nacionalidades y ahora es imposible moverse por el mundo en los espectáculos en gira. Además, no es posible hacer nuestros shows con aforos de menos del 100 por 100”, subrayó.
Los accionistas de la compañía, insistió Lamarre, están comprometidos “en hacer lo necesario para reconstruir la actividad del circo, reestructurar la empresa y hacerla viva”.
La propuesta de sus accionistas forma parte de un proceso de recapitalización y otras partes interesadas podrán presentar ofertas de compra ante las que los acreedores determinarán cuál es la mejor para el futuro.
Los tres inversores del circo, la estadounidense TPG Capital, la china Fosun Capital Group y la institución financiera Caisse de dépôt et placement du Québec, aportarán US$100 millones (Q770.4 millones) mientras que el Gobierno de Quebec inyectará otros US$200 millones (Q1 mil 540 millones) para superar la difícil situación financiera de la empresa.
El fondo de inversiones TPG tiene un 55 por ciento de propiedad de la compañía, mientras que Fosun controla el 25% y la entidad financiera Caisse de Depot et Placement du Quebec, el 20% restante.
*EFE