La incredulidad es la palabra que mejor refleja lo que pasó en el minuto 42 en Villa Park. Una falta colgada por Oliver Norwood superó a Orjan Nyland, que apenas pudo rectificar para atrapar la pelota y casi caer con ella dentro de la portería.
Los jugadores del Sheffield United salieron corriendo celebrando el gol, pero Michael Oliver, el colegiado del encuentro, se señaló el reloj indicando que no había sido gol.
El problema para él es que la repetición era muy clara. La pelota, a simple vista, parece haber sobrepasado la línea con claridad, pero la tecnología, o sabe algo que al ojo humano se le escapa, o se equivocó.
El final es que el gol fantasma no subió al marcador, pero eso no evitó que los futbolistas que están viendo el partido desde su casa se pronunciaran.
“Pensaba que para esto se había puesto el VAR”, apuntó Declan Rice, centrocampista del West Ham United. “¿Sobre la línea?”, se preguntaba Ben Chilwell, lateral izquierdo del Leicester City. Chris Mepham, del Bournemouth, pedía a alguien que le explicara cómo puede ser que eso no haya sido gol.
“¿En serio?”, apuntó irónicamente la cuenta oficial en Twitter del Sheffield United, mientras que Ben Foster, portero del Watford, también tiró de humor y aseguró, entre emoticonos de risas, que a él le había parecido una buena parada.
EFE