La máquina celeste se ha quedado acéfala.
Las deudas, falta de compromiso, y ahora la renuncia del presidente de la Directiva del Club Deportivo Sanarate, parecen llevar a la máquina celeste a encallar, pues no se mira una salida clara para el conjunto de El Progreso.
El club adeuda a sus jugadores cerca del 50 por ciento de la cuota de febrero, además de los pagos correspondientes a marzo, abril y los días de mayo, hasta la cancelación del campeonato debido a la emergencia sanitaria del COVID-19, lo cual supera los Q1.5 millones.
Asimismo, al conjunto sanarateco lo sancionó la FIFA con no poder fichar jugadores durante los próximos 3 períodos de inscripciones, debido a que omitió cumplir con el laudo de 12 mil dólares (Q96 mil) a favor del futbolista argentino Fabián Castillo, aunado a que al menos 7 futbolistas han dejado las filas del club para entablar demandas por falta de pago, y ya han firmado con otros equipos.
El domingo trascendió un documento autenticado con la renuncia del presidente del club, Jahiro Hosselton Otzoy Salazar, el cual tenía fecha 23 de febrero, e indicó que tomaba esta decisión por motivos personales; “entre otros, por residir en el extranjero”.Otzoy, en la misiva convoca a una asamblea para nombrar a la persona que se hará cargo de ocupar la plaza vacante.
A pesar de que no se menciona en el documento, lo de Otzoy con la comuna de Sanarate se dio a raíz de que el dirigente habría pactado hacerse cargo de las deudas pasadas del club y que la administración municipal cancelara los salarios de los futbolistas, situación que no se cumplió.
La planilla de Sanarate asciende a Q460 mil mensuales, y todo apunta a que si no se logran acuerdos de pago antes del comienzo de la próxima temporada, el club no será inscrito, y además sería degradado a la categoría inmediata inferior: la Primera División. La otra opción para salir de la deuda sería vender la ficha, que está devaluada.