El uso del instrumento, como un paso a la modernización del Estado, sustituye el uso de cheques o efectivo.
El Ministerio de Finanzas Públicas (Minfin) emitió el Acuerdo Ministerial 228-2020 que implementa la Tarjeta de Compras Institucional (TCI), como medio de pago en las compras que se realicen por medio del Fondo Rotativo Institucional, el cual sustituirá de forma gradual el uso de cheques o efectivo, acción que aporta a la modernización del Estado.
El Acuerdo establece que la aplicación será en forma gradual y progresiva, según su Artículo 35, iniciando con un plan piloto que incluye a las unidades ejecutoras del Minfin. Posteriormente, en el mediano plazo, se tiene programado un plan de capacitación e inducción para la incorporación por fases de los ministerios, secretarías y otras dependencias del Organismo Ejecutivo.
Una de las mayores ventajas del uso de la TCI es regular el funcionamiento del referido fondo, con mayor eficiencia en la utilización de los recursos financieros del Estado, y con ello evitar que estos estén sin movimientos en los bancos del sistema.
El titular del Minfin, Alvaro González Ricci, detalló que este reglamento tiene como objetivo disponer de un mecanismo electrónico para realizar compras de baja cuantía, conforme al Manual de Procedimientos Internos de las entidades públicas, y cumpliendo con la Ley de Contrataciones del Estado. “Lo que se moderniza es la forma de pago, la cual se realiza con una tarjeta que agiliza el proceso de compra de baja cuantía, permite trazabilidad en el gasto público y facilita los procesos de auditoría interna y externa”, dijo González Ricci. La tarjeta no tiene costo para el Estado y provee mecanismos de seguridad. Entre otros beneficios que posee está la eficiencia en la gestión de liquidez de caja, evita recursos ociosos (sin movimiento) en cuentas bancarias, elimina la utilización de cheques, minimiza el uso de efectivo como medio de pago y permite la trazabilidad de las compras en tiempo real. “Ha habido una percepción equivocada de que es una tarjeta de crédito o una tarjeta empresarial, para que los funcionarios puedan ir a los restaurantes; no es así, es todo lo contrario, es una medida para poder generar mayor transparencia, control y modernización del Estado”, resaltó el ministro.
Esta forma de pago se ha implementado en varios países de Latinoamérica, como parte de las buenas prácticas de transparencia y calidad del gasto, consideradas como un paso en la dirección correcta hacia el uso de medios electrónicos para los fondos rotativos, porque garantizan la trazabilidad de los recursos y, además, es un producto de amplia utilización en los mercados financieros. Con información del Minfin*