Pedro Yang comparte desde Dinamarca detalles de su aventura en el deporte.
El bádminton ha sido un deporte con gran protagonismo en la historia de Guatemala, y Pedro Alejandro Yang aportó con su talento un capítulo importante en su etapa de atleta profesional, la cual terminó en 2011.
Cientos de recuerdos, miles de días de entrenamiento, momentos de tristeza y alegría. Todo se ha quedado en un bello recuerdo para el guatemalteco, quien dedicó 23 años al bádminton, pues comenzó a los 11 y se retiró a los 34.
Yang, pese a estar retirado, trata de vivir de cerca el bádminton. Su mayor anhelo es que su pequeño hijo pueda elegir el deporte que más le guste. “En Dinamarca, el bádminton es como el futbol en Guatemala, todos lo juegan. Quiero que sea feliz, pero la posibilidad de que quiera seguir mis pasos está ahí, si él lo desea lo hará. Si eso pasa, le diré que compita por Guatemala, como su papá”, resalta ilusionado.
Sobre la actualidad del bádminton de Guatemala, confiesa que la ha costado seguirlo de cerca, sobre todo en los torneos importantes. “Me gusta ver los partidos de Kevin Cordón y otros atletas de mi generación. Me alegró que Nikté Sotomayor ganara el bronce en los Panamericanos de Lima 2019; ojalá pueda recibir más apoyo”, resaltó.
“Es un orgullo para Guatemala tener un jugador como Kevin, quien viniendo de un país no conocido a nivel mundial le ganó al número 3 sembrado de China (Cheng Long); creo que ese resultado es uno para la historia. ¡Los récords están hechos para romper, y ojalá que los que vienen atrás de Kevin usen esa marca para motivar pasarla!”, asegura con orgullo.