Spider-Man se presentó por primera vez en Amazing Fantasy Vol 1 # 15, gracias al dúo creativo de Stan Lee y Steve Ditko, y desde el inicio ha sido uno de los integrantes más originales del ilustre catálogo de superhéroes de Marvel. Spider-Man, no solo puede igualar a la mayoría de sus contrapartes, hasta cierto punto, en velocidad, fuerza, agilidad y curación rápida, sino que su habilidad para trepar paredes y lanzar telarañas lo distinguen como el defensor perfecto del paisaje vertical de la ciudad de Nueva York.
Si bien su habilidad para lanzar telarañas es gracias a unos dispositivos que usa en las muñecas, los cómics son algo vagos acerca de cómo funcionan los poderes más pegajosos de Spidey, a pesar de lo cual hay suficiente canon y teoría científica para intentar explicarlos. Los cómics como Amazing Spider-Man Annual # 1, de Lee y Ditko, y Amazing Spider-Man # 90, de Lee y Gil Kane, no dicen cómo puede hacerlo, pero enfatizan en que la densidad de la tela de su disfraz juega un papel importante. Es por eso que el personaje no usa zapatos, sino delgadas mallas de acróbata.
El capítulo de Spider-Man en The Official Handbook of the Marvel Universe, de Jim Shooter, afirma que puede “mejorar las fuerzas atractivas interatómicas en las superficies que toca, aumentando el coeficiente de fricción entre la superficie y él mismo”. Peter Parker teorizó que esta es una especie de habilidad mental que vino con su picadura de araña radiactiva.
En The Spectacular Spider-Man Vol. 1 #134, de Peter David y Sal Buscema, Electro anula los poderes adhesivos de Spidey al bloquear toda la electricidad estática del área, lo que indica que sus habilidades de ascender paredes están conectadas de alguna manera a una carga eléctrica que Spider-Man produce a través de sus diversos puntos de contacto.
En las películas recientes del áracnido no han mencionado el tema, pero en la adaptación cinematográfica de Sam Raimi (2002) se muestra al héroe desplegando millones de púas microscópicas en la punta de sus dedos, que le permiten adherirse a las paredes. Varios científicos e ingenieros han respaldado esta explicación con evidencia científica basada en la capacidad de escalada de un gecko.
Los geckos se adhieren a las superficies y suben a los árboles según un fenómeno conocido como la interacción de Van der Walls, lo que explica la interacción electrostática entre los diferentes conjuntos de pelos microscópicos y nanoscópicos en las almohadillas de los dedos de los pies y las moléculas de la superficie a la que se unen.
¿Poderes mentales, electricidad estática, pelos microscópicos? Tal vez nunca lo sepamos. Pero a araña regalada no se le ve cómo se trepa
a las paredes.