Sin público que lo aplaudiera, el Real Estelí se coronó en Nicaragua.
El club Real Estelí se convirtió el fin de semana en un campeón sin aplausos, en la Liga de futbol de primera división de Nicaragua, al vencer por 3-1 al Managua F.C., en el partido de vuelta, jugado sin público, en plena pandemia de Covid-19.
Los goles campeones fueron de Manuel Rosas, en el minuto 47; de Brandon Ayerdis, en el 70’, y de Marlon López, en el 75’, que hicieron del “tren del norte” en el campeón de una de las pocas ligas del mundo que jamás paró, en medio de la amenaza del Covid-19.
“No es cómo empiezas, sino cómo terminas. Gracias a Dios venimos de visita a obtener un campeonato más, bien jugado.”
Manuel Rosas, capitán del Real Estelí.
La final, deslucida por la falta de ambiente en las gradas, fue dominada desde el principio por el Real Estelí que, a pesar de su superioridad, no impuso su favoritismo, hasta el gol de falta directa del mexicano Rosas, capitán de los campeones.
Así, el Real Estelí ganó su tercer título consecutivo y el número 17 de su historia, que a su vez sirvió para revalidar el que logró en el Torneo de Apertura pasado, también contra los leones de la capital nicaragüense que, sin más premio que el gol del mexicano Carlos Félix en el minuto 83, falló en su quinta final consecutiva.
“No es cómo empiezas, sino cómo terminas. Gracias a Dios venimos de visita a obtener un campeonato más, bien jugado”, dijo Rosas al final del partido.
Debido al distanciamiento social, el originario de Guadalajara recibió el trofeo de campeón sin confetis, ni la piña de compañeros a su alrededor.
El club Real Estelí animó su transmisión televisiva particular con la canción El rey, del mexicano José Alfredo Jiménez, en la voz de Vicente Fernández, cuya música, conocida en Nicaragua como “ranchera”, es el ritmo preferido en Estelí, ciudad de los campeones, en el norte del país.
El Real Estelí, que había empatado a 1 con el Managua F.C. en el juego de ida, ha ganado de forma consecutiva los 3 últimos torneos de la modesta Liga Primera en Nicaragua, que este año saltó a la fama mundial por desafiar la pandemia de Covid-19.
