Esta semana es para empezar a perder la cuenta… quise dejar la pregunta libre esta vez porque el encierro ha creado problemas amorosos nunca antes vistos. Más que todo se resumen en: mucho tiempo con mi pareja o poco tiempo con mi pareja. Veamos qué dice el público:
“Melancolía en cuarentena por extrañar a esa persona, que siempre duele.”
Cuando estamos solos tenemos más tiempo para cuestionarnos y pensar en nuestro pasado. Solo así entendemos la vida, en retrospectiva. Seguro que es difícil sentarse a ver al pasado y encontrar borroso todo eso que te gustaba. De repente ya no recuerdas las caras, ni los olores, ni cómo se sentía. Pero todo lleva tiempo, amiga.
“Conoces a alguien increíble y de repente viene un encierro de quién sabe cuánto tiempo.”
Amiga, qué dolor en serio. ¿Saben qué me da miedo? El destino del tacto. Qué va a pasar con las manos extrañas, con los besos desprevenidos… pero hey, si es para ti, no va a irse, va a encontrar el modo de quedarse.
“Me gusta alguien pero noté que le habla a otra chava, ¿qué hago?”
Mira amiga, creo que sería bueno que le dijeras que la poligamia no es para todos. Posdata: helado de vainilla, creo que hay a domicilio.
“El distanciamiento social hizo que nos diéramos cuenta de que ya no nos amamos”.
A veces el amor se acaba, y ni nos damos cuenta. Seguimos allí por costumbre, por miedo, e inclusive por pereza de volver a enamorarnos. Creo que es bueno que se hayan dado cuenta de que el amor acabó; es momento de darse las gracias y decir adiós.
“Nos dimos un tiempo porque él ya no podía con la distancia, pero yo no estoy de acuerdo”.
Amiga, yo siempre he pensado que el tiempo no existe. Creo que es más sano cortar y, luego (pero solo en última instancia), considerar si sería bueno volver, o no.
Además, siento que para darse un tiempo ambos tienen que estar de acuerdo, y, pues, si tú no estás de acuerdo, pareciera que el que se dio el tiempo fue él… Posdata: amiga, de verdad que el helado de vainilla hace maravillas.