Si algo me está enseñando el encierro es la vasta cantidad de música que tengo por descubrir. Cuando siento que ya me he sorprendido lo suficiente con la música que colecciono, resulta que no es así. El confinamiento me ha obligado a establecer diferentes rutinas. Por esta vez decidí dedicarle un poco más de tiempo a buscar series y programas que han resultado de mi interés en Netflix. ¿Dónde más podría ser?
Antes de que se me pueda malinterpretar por esta columna, créame, querido lector, que soy consciente de la suerte que tengo al poder continuar con mi vida desde el encierro, al contrario de otros menos afortunados. Aun con eso me pregunto ¿cuánto más podremos seguir así? Pero no es mi intención aumentar su desasosiego. Estoy seguro de que todos estamos preocupados por esta situación. Mejor volvamos a lo que nos interesa aquí: la música.
Uno de los programas con los que me entretuve fue un thriller policíaco de manufactura polaca, que en español lleva el nombre de El Pantano (Rojst). Es una trama situada en la Polonia de los años 80, con todos los elementos que me gustan: un asesino en serie, mucha intriga, buena fotografía, personajes lidiando con sus propios demonios, y un excelente soundtrack.
En cada capítulo descubrí a muchos artistas musicales polacos. Después de dos episodios pueden apostar que ya me tenían buscando la banda sonora en Spotify. Al principio me resulta un tanto extraño, pero solo por la cuestión del lenguaje, al no estar acostumbrado a escuchar música en ese idioma. Pero, ciertamente, varias bandas y cantantes de esa lista vinieron a convertirse en parte de mis playlists.
Entre ellos la banda Kryzys, agrupación que, al investigar, resultó ser una banda clave en el movimiento punk polaco de principios de los años 80. También la música de Monika Brodka, un synthwave con un ritmo bastante sofisticado, como su propia voz. No cabe duda de que el universo de la música es inagotable, y no saben cuánto lo agradezco.
Cuando veo la cantidad de música que sigo coleccionando me siento como un acumulador, pero luego se me pasa. Digamos que lo bueno de eso es que en este espacio no faltará algo que recomendarles mientras pasan estos días en los que las horas no tienen la más mínima intención de avanzar.
Para escuchar: bit.ly/rojstAS