Se mantiene la incertidumbre si se reactivará el torneo Clausura 2020.
Hoy se cumple un mes desde que se jugó por última vez un partido de la Liga Nacional de Futbol; coincidentemente, el 15 de marzo con el duelo que cerró la jornada, y fue el clásico 312, luego de que apenas un par de días antes se anunciara el primer caso de COVID-19 en el país, por parte del presidente de la República, Alejandro Giammattei.
Ese día se dispuso jugar sin aficionados aquella fecha, la decimotercera del Clausura 2020, que sin saberlo sería la última hasta ahora, que contó con 5 partidos ese domingo y solo 1 el sábado previo.
Mixco abrió la fecha el sábado 14 con victoria de 1-0 sobre Xelajú; el domingo Antigua derrotó 3-0 a Sanarate, Malacateco niveló 1-1 con Iztapa, Siquinalá y Santa Lucía empataron a 3 tantos, Cobán superó 2-0 a Guastatoya y los cremas doblegaron 3-0 a los rojos.
Las disposiciones establecidas en las horas siguientes por el Gobierno de Guatemala obligaron a la suspensión de toda actividad deportiva dentro del estado de calamidad que se implantó en el país debido a la pandemia que afecta al globo.
Durante este tiempo han surgido diferentes hipótesis sobre el regreso a la actividad, incluso hubo una postura encabezada por la directiva de Guastatoya, de cancelar el certamen y declararlo desierto.
Por el momento se tiene como tentativa reactivar el certamen a partir del 10 de mayo, con fecha límite para jugar la final el 28 de junio; sin embargo, sigue la incertidumbre de si el estado de emergencia concluirá el 5 de mayo, como está establecido, o si este será ampliado de nuevo por el Ejecutivo.
Ayer por la mañana se llevó a cabo una reunión entre los miembros del Comité Ejecutivo de la Federación Nacional de Futbol (Fedefut) y los presidentes de las ligas afiliadas, en busca de posibles soluciones en caso de tener que variar lo planificado hasta ahora, incluso tener que parar definitivamente las competiciones.
El detalle que mayor preocupación da a la Fedefut es el pago de contratos de salarios en los clubes, toda vez que debe cumplirse con lo establecido de forma bipartita; no obstante, existe la posibilidad de una renegociación entre las partes: “El cumplimiento de las obligaciones debe hacerse valer”, se ha dicho desde el seno de la entidad que rige el balompié nacional.