A falta de público debido a la crisis sanitaria por el coronavirus, los clubes de las competiciones que se mantienen con vida a lo largo del planeta se las tienen que ingeniar para rellenar sus recintos deportivos con aficionados silenciosos: maniquíes y robots, en futbol y beisbol, respectivamente, sustituyen a los habituales hinchas ruidosos y “animan” los partidos de la Liga de futbol de Bielorrusia, la única de Europa en juego, y de un equipo de béisbol taiwanés, el Rakuten Monkeys.