Redacción deportes, EFE.- El uruguayo Scott Perry, vicepresidente de la World
Sailing (Federación Internacional de Vela), ha pedido al Comité Olímpico
Internacional (COI) que avance las cantidades que debían percibirse por los
Juegos Olímpicos de Tokio 2020, ahora aplazados a 2021, y que ha empeorado la
precaria situación financiera de la institución.
Scott Perry, durante una reunión telemática de la Federación Internacional, ha
lamentado que el COI aún no se ha pronunciado al respecto de ese posible avance,
pues el aplazamiento de los Juegos ha llevado a las Federaciones
Internacionales a una situación complicada, particularmente aquellas que
dependen más del pago del COI para sobrevivir.
El pago olímpico por su participación a las Federaciones Internacionales se
recibe en 2 partes: el 90 por ciento en octubre del año olímpico y el 10 por
ciento en el año siguiente. De ahí que hasta octubre de 2021 no esté previsto.
Además, la presión financiera, según Perry, aumenta debido a que la pandemia
también ha provocado el cierre casi total del deporte en todo el mundo.
El COI abonó 476 millones de euros (Q4 mil 31.7 millones) a las Federaciones
Internacionales después de los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro. Este
dinero se distribuyó utilizando un sistema en el que las federaciones se
clasifican según su audiencia y tamaño.
La World Sailing, que se encuentra en el cuarto grupo de federaciones junto a
canotaje, esgrima, balonmano y lucha libre, recibió 11 millones de euros
(Q93.17 millones) del COI en Río 2016.
Para Tokio 2020 la vela tenía previsto recibir 13.9 millones de euros (Q117.73
millones), que representa alrededor del 47 por ciento de los ingresos
cuatrienales esperados.
Esta cantidad no está ahora tampoco clara y podría ser menor o igual que Río
2016 debido a los problemas causados por la pandemia de coronavirus.
El análisis de las cuentas de World Sailing del año pasado mostró una caída de
efectivo este año, que habría sido resuelta por el dinero olímpico si Tokio
2020 hubiera tenido lugar según lo planeado.
El vicepresidente también cree que la World Sailing debería tratar de reducir
el gasto en salarios en un 20 por ciento y afirmó que la organización debería
renegociar el alquiler que paga por su sede en Londres. La cual cuesta 566 mil euros
(Q4.79 millones) al año, alrededor de cuatro veces más que su sede anterior en
la ciudad portuaria inglesa de Southampton.
El déficit máximo en el peor de los casos se estima actualmente en 1.5 millones
de euros (Q12.7 millones) en agosto de 2020. Uno de los puntos que más han
pesado ha sido la caída de los ingresos por patrocinio en el cuatrienio 2017-2020.
Estaban previstos 13.5 millones de euros (Q114.3 millones) y solo se lograron 8
millones (Q67.76 millones). Ahí fue importante el fin del patrocinio de Gazprom
(5 millones de euros), que debía finalizar en diciembre de 2019 y lo hizo en
diciembre de 2017.
El aplazamiento de los Juegos y la suspensión de todas las competiciones pueden
llevar a la World Sailing y varias Federaciones Internacionales a una situación
económica insostenible.