El efecto colateral del COVID-19 en los trabajadores del deporte.
Durante las recientes semanas se ha reportado cómo el deporte en todo el mundo ha debido frenarse como una medida para evitar la propagación de la pandemia del COVID-19, y mucho se ha hablado de cómo esto afectará a los atletas durante este período.
Sin embargo, hay un sector que se verá afectado en cualquier momento, y es el de los trabajadores del deporte, en el que se incluyen árbitros, asistentes, anotadores, además de la economía informal que se mueve alrededor de estas disciplinas.
La primera federación en reaccionar fue la del Tenis, que por medio de sus principales raquetas hizo un llamado a obtener víveres y apoyo económico para los profesores y entrenadores que dependen de las clases que imparten para generar un ingreso.
Afortunadamente, el llamado hizo eco en las familias de los deportistas, que de forma altruista y ordenada dejaron sus donativos en las instalaciones deportivas en la zona 15, para que luego fueran entregadas a las personas correspondientes.
El fin de semana también circuló en las redes sociales un llamado de la Asociación Nacional de Golf, encabezada por José Toledo y el presidente de su comité ejecutivo, Mario Taracena, quienes recordaron que los caddies (asistentes de campo) dependen de la actividad para poder cobrar, y mientras dure la emergencia sanitaria no tendrán oportunidad de hacerlo.
Sin reacción
Javier Chete, gerente de la Federación Nacional de Beisbol, señaló que dicha entidad no ha tomado medidas y que espera las determinaciones de la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala para actuar según disponga.
“Entre nuestros colaboradores, la gran mayoría cuenta con un trabajo primario, y el arbitraje o anotación son ingresos extras para ellos. Solamente son cinco personas a quienes hemos identificado que dependen directamente del trabajo que hacen con nosotros, y buscaremos una forma de apoyarlos”, dijo Chete.
La Fedebeis, además de los partidos de la Liga Mayor, vela por los campeonatos de las diferentes ligas menores que hay, pero, según Chete, no toman en cuenta las ligas independientes o recreativas.
Héctor Sazo, presidente de la Asociación Nacional de Softbol (Asosfot), indicó que aunque sus instalaciones se encuentren cerradas, el trabajo se ha mantenido desde la casa de sus trabajadores y que todas las personas en la planilla seguirán recibiendo sus ingresos de forma normal.
“Tenemos el apoyo del Departamento de Psicología para que las personas puedan salir delante de esta crisis. Los anotadores son trabajadores de la asociación, y a ellos no se les ha tocado un centavo; ahora con los árbitros es diferente, pero buscaremos darles más juegos cuando se reanude la actividad, para que se recuperen”, indicó el dirigente de la Asosoft, aunque reconoció que desconoce el alcance del problema y cuánto pueda afectar a los equipos en un eventual regreso.
Compró la leche
Gerardo Paiz, presidente de la Federación Nacional de Futbol, reconoció que el problema afectará principalmente a los árbitros que no tienen otros ingresos, y confesó haber ayudado a un árbitro a comprar la leche para sus hijos, aunque no puede solventar los problemas de todos.
“A todos nos va a afectar de alguna manera; recordemos que también están las personas que venden comida fuera de los estadios, y toda la economía informal alrededor. Esperemos que los guatemaltecos volvamos a ser solidarios y que cuando podamos volver a reunirnos lo hagamos para ayudar a los necesitados”, dijo Paiz.