En Zacapa y Petén se construirán otros dos, dijo el presidente Giammattei.
Complacido con el avance que se ha tenido en la construcción del hospital temporal de Quetzaltenango, para hacer frente a la emergencia que vive el país, por el Covid-19, el presidente Alejandro Giammattei informó que espera esté finalizado este fin de semana.
“Esto es más que satisfactorio. En cuatro días y medio, la fase de construcción está a punto de terminarse”, dijo el mandatario.
Destacó que para el lunes se espera contar con todo el equipamiento. “Enviaremos el convoy con el equipo para el intensivo, encaramiento, medicinas y todo lo que se requiera para tener listo este centro, por cualquier emergencia”, agregó.
Explicó que el apoyo de la comuna quetzalteca ha sido indispensable, así como la ayuda brindada por la iniciativa privada, lo que ha permitido avanzar a pasos acelerados en la adecuación del centro.
Puntualizó que para la siguiente semana se iniciará con la contratación de por lo menos 100 personas que servirán en el lugar. “Vendrán brigadistas cubanos, que ya están en el país, y el resto del personal que contratará el Ministerio de Salud Pública”, dijo.
El mandatario indicó que para la próxima semana se tiene programado iniciar con los trabajos en Petén y Zacapa, donde se construirán otros dos centros de atención emergente. “No paramos, vamos a hacer los dos centros al mismo tiempo, solo nos quedará pendiente otro en la Costa Sur”, manifestó.
Control en fronteras
Al ser consultado por el paso terrestre de personas por la frontera con México, Giammattei explicó que se han detectado algunos puntos ciegos en la parte colindante del área norte de Huehuetenango, por los que se coordinará con el Ministerio de la Defensa para que esos sitios sean resguardados por personal castrense. “Estamos cerrando las fronteras lo más que podemos, pero hay personas, sobre todo hondureños y salvadoreños, que intentan ingresar al territorio haciéndose pasar por guatemaltecos, pero les estamos limitando el paso”, dijo el gobernante.
Precisó que los connacionales que pasan por la frontera, provenientes de México, son admitidos y llevados a cuarentena, para descartar cualquier posible infección y así evitar la propagación del virus. Se les da indicaciones de que hagan cuarentena en su casa o, si se les detecta la enfermedad, son hospitalizados.